La masiva respuesta a la movilización del año 2013 obliga a partidos y sindicatos a hilar fino en la nueva convocatoria
07 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.«¿Para cando a manifestación polo hospital?», inquiría uno de los vecinos que acudieron ayer a la concentración en centro sanitario. A su lado estaba el exalcalde de Monforte, Severino Rodríguez, destinatario de la pregunta más que nada por cuestión de proximidad. No le supo responder. Nadie podría hacerlo a ciencia cierta a estas alturas, porque hay disparidad de criterios sobre la hoja de ruta. La convocatoria de una manifestación contra el anteproyecto que borra de un plumazo el área sanitaria del sur lucense está fuera de toda duda. Las discrepancias surgen a la hora de marcar los plazos.
El portavoz del grupo parlamentario socialista no se anduvo por las ramas en su visita a Monforte. «Pedímoslle á sociedade que se manifeste para conseguir a retirada do anteproxecto», dijo Leiceaga. Fue uno de los muchos cargos políticos que acudieron a la protesta convocada por la junta de personal. Allí estaban también Luis Villares, Olalla Rodil y otros diputados y concejales del PSOE, el BNG y En Marea.
El PP dejó claro con anterioridad que no estará en ningún foro que no sean las reuniones que convoque Sanidade para debatir la nueva Lei de Saúde. «Nos parece una falta de respeto, como representantes de los trabajadores del hospital, que sus alcaldes no asistieran a la reunión a la que les invitamos», replica Enma Martínez, de la junta de personal.
Los sindicatos y la plataforma sanitaria iniciaron esta semana una campaña informativa con la que buscan calentar motores para la manifestación que reivindicará la continuidad del área sanitaria. «Cando remate será o momento de falar das medidas que se poden levar a cabo», dice el alcalde de Monforte, que acudió junto a varios pedáneos a la última asamblea informativa convocada por la plataforma sanitaria.
Los sindicatos no son partidarios de demorar la respuesta en la calle a los planes de la Xunta. Tomé, por el contrario, cree que no conviene apurar los plazos. «Se a tramitación segue un procedemento ordinario, o anteproxecto non entrará no Parlamento antes de decembro», apunta. La manifestación celebrada en el 2013 contra el modelo de área de gestión integrada dejó el listón muy alto. Tanto que hay quien piensa que las prisas ahora pueden ser malas consejeras.
El Sergas insiste en que la reforma es administrativa y no habrá cambios para los pacientes
Los cambios que introduce el anteproyecto por el que se modifica la Lei de Saúde tienen como único objetivo, según el Sergas, «axustar a lexislación á realidade». Este organismo insiste en que los hospitales comarcales, lejos de verse perjudicados, verán reforzado su papel con la reorganización sanitaria. «Hai que remarcar unha vez máis que a modificación da lei e principalmente administrativa. Non suporá ningún cambio para os pacientes e si permitirá aumentar a carteira de servizos dos hospitais comarcais», señala. Entre las causas que aconsejan la revisión de la normativa en vigor, el Sergas alude a la «evolución da pirámide demográfica de Galicia». La cobertura sanitaria se realizará, en todo caso, «cos mesmos criterios asistenciais e de derivación entre centros» y con una «maior interactuación de profesionais».
Los portavoces de los grupos políticos que acudieron ayer la concentración en el hospital comarcal avanzaron, sin embargo, que aunarán fuerzas en el Parlamento de Galicia para conseguir que se retire el anteproyecto de la nueva Lei de Saúde. «A xente ten que ver que somos capaces de entendernos nas cousas importantes», dijo el portavoz de En Marea Luís Villares.
Recogida de firmas
Los contactos de la junta de personal y de la plataforma sanitaria con los representantes de las fuerzas políticas proseguirán esta tarde. Las diputadas del BNG Olalla Rodil y Montse Prado se desplazarán a Monforte para mantener un encuentro con los sindicatos del hospital y los miembros de la plataforma en defensa de la sanidad pública. A instancias de un grupo de trabajadores del hospital, la junta de personal recoge firmas en el centro contra la reorganización que proyecta la Xunta.