Sabadelle, un pazo chantadino repleto de arte

carlos rueda / francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

La antigua casa señorial, de notable valor histórico, acoge cada año una exposición

30 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En la parroquia chantadina de Santa María de Sabadelle -en el lugar de Fondo de Vila- se encuentra el pazo de Sabadelle, una notable casa señorial de labranza que en tiempos fue cuna de familias hidalgas de renombre y campesinos acomodados. Según ciertos documentos históricos, los orígenes de la casa se remontan a 1251. De esa época parecen ser las partes izquierda y central del pazo y los restos de una torre situados en la planta baja, todavía sin restaurar. El ala derecha del edificio es de finales del siglo XVIII y principios del XIX. Además de su valor histórico y arquitectónico, el pazo de Sabadelle funciona hoy como un singular centro artístico.

Cada año -según explica su actual propietario, Xosé Figueroa-, el pazo organiza una exposición de artistas gallegos que trabajan en campos como la pintura, la fotografía, la escultura e incluso la poesía. En la actualidad acoge una muestra denominada «Raias do silencio», un título inspirado en una pieza del escultor lucense Luis Loureira. La exposición forma parte del programa Aan in Art, promovido por la Fundación Artiaga, que tiene por finalidad mejorar la calidad de vida de las personas a través del arte y proteger a los animales necesitados de asistencia.

Cuarenta y tres artistas

En la exposición participan 43 artistas y también coleccionistas, -como es el caso del que presenta una colección de doce grabados de Luís Seoane- que ceden sus obras para apoyar a la fundación en sus actividades. Entre ellos se encuentran Xosé Lomarti, Xosé Vizoso -diseñador de Sargadelos-, Tono Carbajo, Daniel Caxigueiro, Vari Caramés, María José Domínguez, Mauro Leivas, Cristina Mejías, José Artiaga, Ana Gil, Teresa Vázquez, Quintana Martelo, Ruchi Novo y Eva Outeiral, una diseñadora de ropa femenina de gala que en su tiempo libre elabora muñecas en miniatura con trajes típicos de Galicia. En la lareira está montada una llamativa pieza en forma de lámpara, titulada «Obxecto de memoria II» y realizada por María José Domínguez, una artista de Vigo.

Por otro lado, el pazo de Sabadelle está incluido en el proyecto Granxa Familiar -impulsado desde la Universidade de Santiago y dirigido por Carlos Ferrás- que agrupa a varias familias que trabajan en la agricultura y la ganadería. Su objetivo consiste principalmente en distribuir productos ecológicos a través de Internet. Sus integrantes ponen a la venta productos hortícolas y carnes de diversos tipos y también ofrecen la posibilidad de criar y cebar cerdos por encargo. Asimismo, se puede adquirir directamente en el pazo algunos de estos productos. Las zonas rehabilitadas del pazo están abiertas a las visitas, a menudo de escolares que vienen a ver cómo se vive y se come en las aldeas.

Personajes históricos

Xosé Figueroa señala por otro lado que el pazo de Sabadelle fue la residencia de varios personajes de relevancia histórica. Entre ellos se encuentra el obispo Agustín Lorenzo Varela y Temes, nacido en esta misma casa, que vivió entre los siglos XVIII y XIX. Un retrato suyo puede verse en el pazo de Tor, en Monforte. La familia del eclesiástico poseyó en tiempos ambos pazos. En el de Tor se conserva también un antiguo juego de vajilla de Sargadelos que lleva grabadas las iniciales del hermano del obispo, José María Varela y Temes. Según la tradición popular, por otra parte, la actual iglesia parroquial de Sabadelle fue obra de dicho obispo, que al parecer mandó construirla sobre otra más antigua, de origen románico. «Non lle gustaba a primitiva igrexa porque era moi pequena e quería unha máis grande para o pobo de Sabadelle», señala a este respecto Xosé Figueroa. En la iglesia puede verse hoy una placa que reza: «Aquí yace el corazón de Don Agustín Lorenzo Varela y Temes, obispo que fue de la casa del pazo».

DESDE CHANTADA

Hay que salir de la capital del municipio por la carretera N-540 hacia Taboada. En el kilómetro tres, a la altura del lugar de Rabelas, hay que tomar a la derecha un desvío para Vilameá y Fondo de Vila. En esta última localidad se encuentra el pazo, a unos tres kilómetros del desvío