Todos echaron una mano para salvar la ermita de Vilar

Carlos Cortés
CARLOS CORTÉS MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Esta aldea de o Courel está casi deshabitada, pero consiguió reunir el dinero necesario para rehabilitar su vieja capilla

14 oct 2016 . Actualizado a las 19:51 h.

Lo normal es leer noticias de capillas que se vienen abajo porque pierden las aldeas se quedan vacías y esos edificios pierden su función. Por eso lo que ha pasado con la de Vilar es tan sorprendente. La ermita de esta aldea de O Courel no solo no se cae, sino que tiene el futuro asegurado. Entre otras cosas, acaban de renovar por completo su tejado, en una operación difícil porque no ha sido barata, pero que ha salido adelante gracias a la implicación de los vecinos y la colaboración del Obispado y el Ayuntamiento.

La estructura de la capilla tiene un estado de conservación aceptable, pero la techumbre se encontraba muy desgastada. Tal como cuenta el párroco, Jesús Río Ramilo, «numerosas losas de pizarra estaban quebradas o descompuestas, algunas se habían desplazado de su posición». En los últimos tiempos, el viento incluso había hecho caer algunas e incluso se desprendieron de la cubierta. Además, la fractura de alguna viga había abombado el tejado. En esas condiciones, el techo podía derrumbarse en cualquier momento.

Arreglarla no era fácil, ni barato. El presupuesto más económico que encontraron los vecinos fue de 9.000 euros. las dificultades para llegar al lugar en que se encuentra la capilla lo encarecía todo. Los vecinos de Vilar ayudaron con una cuota de quinientos euros por casa. Ellos y vecinos del resto de la parroquia de Vilamor echaron una mano en el transporte del material y el desescombro. La única mano de obra externa fue la del especialista que colocó en el techo las nuevas piezas de pizarra. El Obispado de Lugo colaboró con 2.500 euros y el Ayuntamiento se encargó de los proyectos precisos para obtener todos los permisos necesarios.

Con la ayuda de todos, las obras están ya terminadas y la ermita de Vilar luce ya una apariencia mucho más saludable. Ahora parece capaz de resistir en pie lo que haga falta.

Hay que tener en cuenta que durante muchos tiempo en la aldea de Vilar no hubo más que un vecino. Es el popular Xan de Vilar, músico, herrero, poeta y apasionado defensor de la cultura local que se encargó durante años de limpiar y sostener la capilla en un estado aceptable. Hoy Xan tiene más compañía, porque igual que otras aldeas de O Courel, en Vilar han sido restauradas algunas casas y aunque Xan sigue siendo el único vecino que pasa allí todo el año, ahora hay otras dos familias que vienen con frecuencia. No pasan allí todo el año, pero se sienten vecinos de Vilar, así que también colaboraron con su cuota económica.

Dónde está. Cómo es.

LA ERMITA

Dónde está. Se encuentra a unos quinientos metros de la aldea de Vilar y al paso de la ruta de senderismo entre Froxán y Vilamor. A la ermita se llega a través de un viejo souto de castaños. Está a la entrada del castro de Vilar, en un meandro del Río Lor

Cómo es. La ermita o capilla de San Roque es una sencilla construcción rústica es de planta rectangular, de doce metros de largo por cinco de ancho. Según la describe el párroco, tiene una cubierta a dos aguas sostenida con un armazón de madera y pizarra; mientras que su acceso está protegido por un pequeño porche, formado por la prolongación de los muros laterales y de la techumbre. A ambos lados de la puerta de entrada, unos barrotes de madera hacen de verja