«Eso es lo complicado», apunta María Jesús Casado. Ella y Luís Vázquez ya estuvieron detrás del grupo de estudiantes que en el curso 2013-2014 desarrollaron una aplicación para calcular desde un teléfono móvil la superficie calcinada en incendios forestales. Lo difícil, explica, no es tanto idear un proyecto atractivo, sino hacer que sirva como vehículo de aprendizaje de la asignatura correspondiente: «Hay que inventar problemas nuevos que no hay en ningún lado, pero en una secuencia que tenga coherencia».
Por eso la elaboración del mapa minuto de Monforte no empezó con el inicio de curso. El instituto Daviña Rey participa en el denominado plan Proxecta, con el que la Consellería de Educación trata de fomentar la innovación didáctica en colegios e institutos, y estos profesores buscaban un proyecto relacionado con la movilidad. Con la ayuda de José Antonio, un profesor de prácticas, pensaron en el mapa minuto, del que habían oído hablar fundamentalmente por la experiencia de Pontevedra, ciudad en la que Ayuntamiento y comerciantes colaboran en la vigilancia de pasillos urbanos para que los estudiantes de los distintos colegios e institutos de la ciudad vayan y vuelvan de clase andando y no en coche.