El consorcio de turismo trata de embellecer la zona con un conjunto de pinturas
25 ago 2015 . Actualizado a las 08:27 h.La plaza del Toural, en Sober, se ha llenado de color y arte. En uno de sus muros puede verse la primera de las pinturas que forman parte de las obras con las que el consorcio de turismo de la Ribeira Sacra quiere adornar el entorno. Cada uno de los veintiún municipios, marcados por los ríos Miño y Sil, contará con uno de estos murales que se irán realizando en los próximos meses.
«El principal objetivo de este proyecto es el de embellecer los espacios degradados y poner en valor los recursos, tradiciones y leyendas de la zona», asegura Alexandra Seara, gerente del consorcio. Las pinturas se exhibirán en localizaciones exteriores, bien visibles y que estén situadas en espacios visitados por turistas. También pretenden promover una ruta turística a través de los murales para distinguir y hacer diferente a la Ribeira Sacra.
La leyenda de Vilaescura
La temática de las pinturas está enfocada en representar las diferentes historias y leyendas locales y que caractericen a cada municipio. Bajo el nombre de grupo Cestola na Cachola, Xoana Almar y Miguel Peralta, son los encargados de realizar catorce de los veintiún murales que habrá en total. Los siete restantes corren a cargo del artista Abraham Caride.
Cestola na Cachola escogió una leyenda para embellecer los muros de Sober. La de la Pena da Serpe de Vilaescura fue la temática escogida para la primera pintura. Cuenta la historia de una moura que se enamoró de un joven del pueblo y los dos se veían a escondidas cada noche en una piedra del bosque. Cuando la familia de la moura se enteró de lo que hacían decidieron matar al joven. Al conocer ella lo ocurrido, a través de un hechizo, se convirtió en serpiente negra y desde entonces ronda la piedra en la que quedaba con su amor esperando a que aparezca de nuevo. Se trata de una leyenda muy conocida en la zona y que se escogió para exaltar algo característico del municipio. «A idea de traballar é en base a cada localización. Queremos xogar ca historia local e representar espezos naturais. A Ribeira Sacra destaca polas súas lendas e pola súa cultura e patrimonio», comentan los artistas.
Con el fin de acabar con el feismo de algunos lugares, el proceso de trabajo de los autores del mural sigue los siguientes pasos: «Primeiro nos documentamos sobre lendas, recursos paisaxísticos, patrimonio histórico... e logo traballamos con bocetos e xa pasamos a pintar», indican.
Ayer se encontraban pintando un nuevo mural en el anfiteatro de A Pobra, pero esta vez relacionado con los bancales vitícolas. Estarán recorriendo los diferentes municipios de la Ribeira Sacra desde agosto hasta octubre. «Como todo é en localizacións exteriores -dicen- o problema que temos é o do tempo».
Tres días fue lo que les llevó a estos dos artistas pintar el mural de Sober. «A media dos murais é de dez metros cadrados e tardamos de dous a cinco días. Pero cada lugar é diferente. Non é o mesmo pintar a distinta altura ou con andamios que algo más baixo e fácil», señalan los autores de el mural de la leyenda de Vilaescura.