Monforte empieza su propio deslinde sin contar con Sober

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

NATALIA SENRA

Representantes municipales recorren oticia principales xx

20 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Representantes del Ayuntamiento de Monforte recorrieron ayer los límites con Sober en la parroquia de Piñeira para preparar su propia versión sobre el deslinde con el municipio vecino. Buscaban los hitos marcados en los mapas locales número dos y tres, los que marcan el principio y el final de la zona en disputa entre ambos ayuntamientos. A la salida no acudió ningún representante de Sober porque no habían sido invitados.

En el recorrido participaron el alcalde de Monforte, un representante de cada uno de los tres grupos municipales -BNG, PP y PSOE-, el secretario y el aparejador del Ayuntamiento, dos vecinos de edad avanzada de la parroquia de Piñeira y dos agentes de la Policía Local.

La normativa que rige este tipo de procedimientos establece que en estos trabajos de campo debe participar algún representante de las fuerzas de seguridad y también, como asesores, vecinos de la zona que por su edad pueden tener información sobre los lindes municipales. Los representantes políticos y los funcionarios son los integrantes de la comisión constituida en Monforte después de que Sober manifestase su voluntad de resolver el desacuerdo territorial existente entre ambos municipios.

La mañana sirvió para que la comisión monfortina identifique el lugar en que se encuentra el que puede ser el hito número dos, que Sober no había podido identificar hasta ahora. Se trata de un marco de piedra situado a unos metros del entronque entre la N-120 y el enlace que lleva al corredor de Lalín. La semana que viene, irán al polígono industrial para tratar de identificar el hito número tres, que la comisión de Sober sí localizó en la salida que realizó hace ya varias semanas.

Dos hitos importantes

Los hitos dos y tres delimitan la zona en discusión desde 1934, algo en que los dos ayuntamientos ya trataron de aclarar las dudas existentes sobre dónde empieza uno y termina el otro. Según recordaba ayer el Ayuntamiento de Monforte, de aquel intento de hace ochenta años quedó un acta de deslinde que deja sin resolver la línea divisoria entre ambos municipios que tiene que unir estos dos hitos. Se trata de una línea que, precisan en Monforte, «non ten por que ser recta, porque se fose así xa quedaría definido no 1934».

En juego no están únicamente unos pocos miles de metros cuadrados con más o menos uso, sino una parte del polígono industrial de o Reboredo, construido por Sigalsa a principios de los años ochenta se suponía que íntegamente en territorio de Monforte, algo que Sober pone ahora en duda.