Un aspecto especialmente interesante de la investigación con las estalagmitas de Arcoia, según indica Vidal Romaní, es que viene a confirmar la gran antigüedad de las grutas calcáreas de la sierra de O Courel. «Las estalagmitas que usamos en el estudio están dentro de lo que llamamos tubos freáticos, los conductos que excava el agua dentro de la roca calcárea, y empiezan a formarse mucho tiempo después de que el agua haya desaparecido de estos tubos», señala el científico. «Esto quiere decir que si unas pequeñas estalagmitas como esas tienen más de medio millón de años, la formación de la propia cueva es mucho más antigua, y que estas cavidades pueden datar de hace millones de años», agrega.
El hecho de que estas cavernas calizas tengan tal antigüedad, apunta por otro lado Vidal Romaní, ofrece un especial interés para la investigación paleontólogica. «Los terrenos calizos son aptos para la conservación de fósiles, por lo que es posible que estas grutas encierren restos biológicos de hace muchísimo tiempo», comenta. Hasta ahora, los fósiles de animales más antiguos que se han localizado en las cuevas de las sierras lucenses tienen en torno a 60.000 años, pero es muy probable que más adelante se puedan encontrar otros de etapas muy anteriores.
Sin presencia humana
Lo que parece poco probable, según los expertos, es que en las grutas de O Courel lleguen a aparecer restos humanos de épocas prehistóricas. Las investigaciones realizadas por la paleontóloga Aurora Grandal -también perteneciente al instituto Parga Pondal- solo han podido localizar fósiles de animales, como osos de las cavernas o ciervos. En su opinión, es muy posible que la sierra fuese en las épocas prehistóricas una zona totalmente salvaje y que los grupos humanos nunca se estableciesen más arriba de ciertas cotas. El caso del esqueleto humano que apareció hace unos años en la Cova do Uro -en el municipio de O Courel- apunta a este respecto Vidal Romaní, parece ser algo aislado y excepcional. «Puede que sea un caso como el del famoso "hombre de los hielos de los Alpes" es decir, un cazador o un pastor que se estaba desplazando por una zona que en esa época estaba totalmente deshabitada y que murió allí a causa de algún accidente», concluye.