Del cocodrilo del Neira al mono de O Courel y los canguros chairegos

LEMOS

La provincia es pródiga en casos de extraños hallazgos de animales. El Seprona se movilizó en varias ocasiones ante alarmas que no pudieron ser confirmadas

05 abr 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El catálogo de animales de la provincia de Lugo debe ser aumentado, corregido y hasta sería bueno que tuviera una separata. La Terra Chá perdió a sus marelas, pero tiene canguros. De O Courel se marchan los humanos y llega algún mono despistado. Las temibles serpientes pitón pasean por Chantada y dicen que en el río Neira llegó a haber cocodrilos. A este paso, el National Geographic abre delegación en la provincia.

Lo de los canguros muertos en tierras chairegas dio para poner en marcha la retranca popular. «¿E non será unha lebre grande?», se preguntó un hombre cuando vio la foto del ejemplar que apareció muerto cerca de Cospeito. «Aquí hai máis porque este non caeu do ceo», dijo un vecino de la zona cuando se encontró con un fotógrafo que buscaba al marsupial. Resulta que el bicho ya estaba en la morgue del Hospital Clínico Veterinario en espera de que los forenses veterinarios le hicieran la autopsia y tomaran muestras para su examen. No todos los días se tiene en la mesa de fiambres a un canguro.

Del otro animal que apareció muerto cerca de Meira esta misma semana no hay rastro. Un hombre avisó a la Guardia Civil de que estaba tirado en una cuneta, pero nadie sabe quién acabó retirando el bicho.

La Guardia Civil tiene que afrontar, a veces, operaciones especiales y no consistentes en atrapar delincuentes sino en cazar cocodrilos o monos. Hay dos antecedentes. El primero de ellos en septiembre del año 1999 cuando los guardias del Seprona tuvieron que tratar de confirmar la presencia de un mono en la Serra de O Courel. Un cazador del municipio dijo haber visto al simio en la zona norte del municipio, pero nadie lo localizó, según informaron Paco Albo y Carlos Cortés de la redacción de La Voz de Monforte.

En la primavera de 2003 comenzó a circular entre los pescadores la noticia de que en el río Neira, entre O Corgo y O Páramo había un cocodrilo. La noticia adquirió tales dimensiones que la Guardia Civil y Medio Ambiente tuvieron que enviar a la zona personal. En las misas, en las tabernas y en el médico, no se hablaba de otra cosa que no fuese del feroz saurio que «tiña uns ollos grandes coma un prato».

Un vecino presentó una denuncia ante la Guardia Civil que llegó a enviar al lugar a buzos que inspeccionaron el río. Del cocodrilo del Neira, nada de nada.

En Chantada, en cambio, si apareció una gran serpiente pitón que parece que tenía intención de probar el tinto en una bodega de una casa de la localidad, que fue donde la encontraron. El dueño de la vivienda le dio tal garrotazo en la cabeza que la dejó moribunda. La metió en una caja y la llevó al contenedor más cercano. Su esposa, que se encontró con la serpiente enroscada se llevó tal susto «que me foi mal». También le temblaron las piernas a la persona que luego la vio en el contenedor y corrió a avisar a los de Protección Civil.

En Monforte, a principios de 2006, tuvieron que movilizarse para capturar a una loba que campeaba a sus anchas por el centro de la ciudad. Veterinarios, policías y guardias con dardos anestésicos y redes participaron en el espectacular operativo de captura.