En un momento en el que salen diariamente a la luz problemas en centros escolares, los de O Incio y Samos dieron un magnífico ejemplo de convivencia. Alrededor de un centenar de alumnos y alumnas de ambos centros se reunieron para compartir diversión en una jornada muy especial que finalizó con nuevas amistades y muchos recuerdos. A lo largo de la jornada se disputaron tres partidos de fútbol sala de distintas categorías: primaria masculina, secundaria femenina y secundaria masculina con resultados apretados en todos los compromisos y una exquisita deportividad.
Otro aspecto que merece la pena destacar es que los profesores responsables de organizar esta original convivencia prepararon un calendario de juegos tradicionales que en muchos casos sus alumnos ni conocían. La realidad es que los niños disfrutaron de lo lindo con estas actividades tan amenas y se olvidaron por completo durante muchas horas de videoconsolas y televisión disfrutando como lo hacían sus padres y abuelos y recuperando el placer de jugar en la calle y emplear la imaginación. Sólo por eso esta jornada ya valió sobradamente la pena.
La jornada de convivencias entre los escolares de O Incio y Samos no fue un acto esporádico, ya que con la celebrada en esta ocasión ya son ocho las veces que ha tenido lugar este acto lúdico. Los resultados están a la vista y nadie mejor que los educadores de ambos centros para valorar el éxito de la iniciativa. No hace falta ser pedagogos, sólo mirar la cara y los gestos de los niños. El Ortega y Gasset también hace este tipo de intercambios con el centro de Triacastela.
En donde también se lo pasaron de maravilla fue en el colegio público Eduardo Cela Vila, de Triacastela, con la visita del mago e ilusionista Pablo. Este divertido mago arrancó múltiples sonrisas y caras de asombro entre los niños con una actuación en la que, como no podía ser de otra manera, no faltaron las típicas palomas ni la transformación de papeles en billetes como todo buen mago que se precie.