Días de luto antes de la guerra

Laura López SARRIA

LEMOS

Crónica | La sublevación militar de Sarria y comarca en 1936 (II)

09 ago 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

El día 1 de abril de 1936 se constituía en Sarria la Agrupación Socialista Obrera, vinculada al PSOE, presidida por Manuel Ruiz Gómez y teniendo por directivos a Luis López López, Emilio Golás Rodríguez, Faustino Carballal Fernández, Francisco Vila López, Benigno López López, Eufemio Fernández Moreno, Matías Rodríguez Varela y Sergio González Losada. Si bien el PSOE, desde febrero de 1936 consiguió, bajo la candidatura del Frente Popular, dos concejales: José López González y Manuel Durán Fernández (apodado el Caramelero por ser el encargado de la fábrica de galletas y caramelos La Dulce Alianza). El 14 de abril se conmemora oficialmente el quinto aniversario de la proclamación de la República, con un programa de actos que irán desde conciertos de música a cargo de las orquestas La Lira y La Unión Musical, hasta sesiones de fuegos de artificio. Cerraban los actos con un gran banquete popular en el Hotel Roma, como reafirmación política del republicanismo y el laicismo. El 16 de abril, la prensa escribe: «La emisora Radio Lugo, continuaba con la campaña de propaganda y acercamiento lucense y por el micrófono de la misma desfilan Felipe Pedreira Deibe, profesor de la Escuela Normal de Lugo y el médico sarriano Julio González Teijeiro, quienes pronuncian palabras de afecto y fraternidad entre los pueblos de Lugo y Sarria. Al mismo tiempo, la emisora establece conexión con las sociedades de recreo La Unión y el Círculo Sarriano. El Estatuto de Autonomía El 8 de mayo, el alcalde Páramo viaja a Madrid, convocado por el presidente del Comité Central del Estatuto de Autonomía de Galicia, Osorio-Tafall, de cuya comisión formaba parte. Aquel hito que supuso en la historia de Galicia la celebración del plebiscito del Estatuto, el 28 de junio, en Sarria tendrá que aplazarse hasta el 30, debido a la huelga general que se había declarado, como consecuencia de los atentados criminales ocurridos en la madrugada del día 27. El resultado en el Ayuntamiento de Sarria, como recoge el Boletín Oficial de la Provincia , era de 6.411 votos a favor del Estatuto, 47 votos contrarios y 75 en blanco, de un número de electores de 8.078. Una vez aprobado el plebiscito en Galicia, se enviaría al presidente de las Cortes en Madrid para su tramitación y aprobación definitiva que no llegará a efectuarse hasta 1938 en plena guerra civil. El alcalde Páramo no acudirá a Madrid en aquella fecha histórica del 17 de julio, ante el ambiente de malestar surgido en Sarria por los últimos atentados y en previsión de otros que puedan surgir. En su lugar irá comisionado su correligionario y alcalde de Láncara José Cela Míguez, a quien la sublevación militar del 18 de julio pilla en Madrid y, al igual que otros políticos gallegos que se habían desplazado a la capital, podrá salvar la vida. Atentados falangistas Los días 27, 28 y 29 de junio, la prensa regional e incluso nacional, recogerá amplia información de los trágicos sucesos ocurridos en Sarria, en los siguientes términos: «Se calcula que más de 3.000 personas llegadas de todos los ayuntamientos del partido judicial y de otras, además del de la capital de la provincia, han acudido a los entierros del concejal Pedro García Arcas y del industrial Victorino Cabarcos López». Ambos entierros, de carácter civil, fueron presididos por el alcalde Páramo y el presidente de la Diputación Celestino Noya, a quienes acompañaban los diputados por Lugo Ricardo Gasset, Roberto Ouro y José Díaz-Villaamil. También el ex-gobernador civil de Extremadura, Peña Novo, y el dirigente del partido de Izquierda Republicana de Monforte, el abogado Víctor Martínez y el presidente provincial del mismo, Glicerio Albarrán. Al finalizar el entierro, que en todo momento se realizó en perfecto orden, y una vez que las respectivas autoridades se encontraban a la altura del edificio del Casino, fueron intimidados por unos disparos, cuyo autor u autores no lograron ser descubiertos. Aprovechando la confusión reinante, unos exaltados que acompañaban a dichas autoridades, penetraron en el local de dicho Casino y destrozaron el mobiliario, sin que el alcalde lo pudiera impedir. Durante toda la jornada y en días sucesivos reinó en Sarria un ambiente de cierta tensión que afortunadamente no tuvo mayores desgracias.