Crónica | Primera promoción de técnicos superiores en mantenimiento industrial Varias empresas muestran interés por incorporar a sus plantillas a alguno de los dieciséis alumnos del instituto Gregorio Fernández que terminaron la carrera
07 jun 2004 . Actualizado a las 07:00 h.Lo habitual cuando los jóvenes terminan su carrera es que pasen a engrosar las listas del paro o encuentren un trabajo en precario. Éste no será el caso de los alumnos de la primera promoción de técnico superior en mantenimiento de equipo industrial que cursaron sus estudios en el instituto Gregorio Fernández. Para ellos, el futuro laboral parece prácticamente asegurado. Cedeira, Vilagarcía y Sarria son los tres únicos lugares de Galicia en los que se imparte esta especialidad a la que se puede acceder -el número de plazas es limitado- con estudios de FP 2, COU o 2º de bachillerato en su rama tecnológica. Hace sólo cinco años que se introdujo este ciclo formativo. Cada año salen poco más de cioncuenta técnicos, por lo que la demanda de estos profesionales es muy elevada por parte de empresas punteras de Galicia. Los alumnos adquieren conocimientos de automatismo, neumática, hidráulica, robótica, electricidad y mecánica. Estos estudios les permiten estar cualificados para diversas tareas tanto en el apartado mecánico como eléctrico, por lo que el mercado de trabajo que se abre ante ellos les ofrece múltiples posibilidades. Grandes empresas Empresas con un gran volumen de negocio mostraron su interés en contar con alguno de estos jóvenes técnicos en sus plantillas. Citroen, Tablicia, Finsa, Aceralia, Iberdrola y algunas de la asociación de empresarios del Deza, como Portadeza o Portalas, son los futuros destinos de esta promoción de jóvenes que tuteló José Redondo, un profesor feliz por comprobar cómo el trabajo de sus alumnos se ve recompensado tan rápidamente. «Estoy orgulloso de cómo respondieron todos en un año que también para mí era el primero en la especialidad», dice José Redondo. Los nuevos técnicos formados en el Gregorio Fernández son en su mayor parte de Sarria y su comarca, excepto tres lalinenses que ya van a trabajar en su lugar de origen.