Mar López, pediatra: «Los antitusivos no son efectivos y pueden tener efectos secundarios graves»

Uxía Rodríguez Diez
UXÍA RODRÍGUEZ LA VOZ DE LA SALUD

LA TRIBU

Mar López es pediatra de Atención Primaria y máster en Nutrición Infantil

Referencia de divulgación en redes sociales, la experta resuelve las principales dudas de los padres

09 feb 2023 . Actualizado a las 22:14 h.

«Mi hija tenía solo cuatro días cuando aprendí la primera lección. Estaba esperando el resultado de una analítica (le midieron la bilirrubina porque se había puesto amarilla, tenía ictericia) y, en esos momentos, solo podía pensar: ¿qué voy a hacer si ingresa?», este es uno de los múltiples motivos que empujaron a la pediatra Mar López a escribir Las respuestas de mi pediatra (Grijalbo, 2023). Más que un libro, es una guía de consulta rápida en la que contesta a todas las dudas y derriba todos los mitos desde que un niño nace hasta que cumple los tres años. Alimentación, sueño, lactancia, mocos, vacunas, peso... y un largo etcétera.

Mar López no solo es pediatra de Atención Primaria y tiene un máster en Nutrición Infantil, también es madre de una niña de 3 años y una de las personas de referencia en redes sociales para todo este tipo de contenidos. Su cuenta @marlopez_pediatra acumula más de 170.000 seguidores en Instagram y 580.000 en TikTok. Fue la pandemia la que impulsó esa labor de divulgación, cuando comenzaron a llegarle múltiples dudas de padres de todo el mundo. Así comenzó a ayudar a las familias, móvil en mano. Ahora también lo hace negro sobre blanco.

—Una guía para padres que cada vez están más informados. ¿Ha cambiado mucho el perfil de padre en cuanto a lo que hacen en la consulta del pediatra?

—Sí, pero porque ha cambiado hasta la organización familiar. Antes vivíamos más en comunidad, cerca de los abuelos, primos, tíos. Entonces, ahora se tienen más dudas porque, muchas veces, tampoco tienes a esa persona de referencia al lado como sí ocurría antes. Teníamos, por lo general, una estructura familiar más grande, a los niños los cuidaban más personas y no había tanta ansiedad por parte de los padres. Ahora nos sentimos más solos, tenemos mucho menos acompañamiento. 

—¿Cuáles son los motivos de consulta más frecuentes?

—Si hablamos en general, son la fiebre, la tos o los mocos. La fiebre preocupa mucho. Si nos centramos en bebés, tenemos muchas consultas por regurgitaciones y vómitos —que hay que diferenciarlos—, diarreas, cólico del lactante y por el tan repetido "no come".

—Vamos a ir paso a paso, siguiendo también la estructura del libro, para responder a las principales dudas por edades. Comenzamos por el recién nacido, ¿hay que bañarlo todos los días?

—A los bebés, como tenemos limpios los genitales por el cambio de pañal, no hace falta bañarlos todos los días, pero sí se puede hacer para ayudar con las rutinas de sueño. También es verdad que si tienen algún problema de dermatitis atópica o algún eccema, hay que tener en cuenta que mantener la piel limpia hace menos probable la sobreinfección de las heridas o de los eccemas. Sí que se puede dar un baño diario, pero breve y templado.

—¿Pecamos de exceso de higiene?

—Es verdad que existe la teoría higienista que dice que tenemos todo tan limpio en general, que los niños pasan demasiadas pocas infecciones, que están poco en contacto con la naturaleza, perros, polen, suciedad... Es posible que por eso haya más alergias, porque el sistema inmune no está practicando. Pero es una teoría, y eso no tiene que ver con la higiene de los niños, con esos baños cortos que ayudan a más cosas que la limpieza.

—Ya que estamos hablando de limpieza, muchas vueltas se le da también a la esterilización de biberones, chupetes...

—Dentro de la propia medicina hay varias corrientes. La conclusión que yo saco es que, si quieres esterilizar durante los primeros tres meses de vida, que es un momento en el que el bebé es más susceptible de una infección grave, hazlo. A partir de ahí, creo que tampoco es muy importante. Pero eso tiene que dejarse en manos de cada familia.

—De la lactancia materna podríamos hablar horas, es un tema muy amplio, pero ¿qué le dirías a una madre a punto de dar a luz sobre este tema?

—Yo lo que digo siempre es que se preparen mucho. Un curso preparto es totalmente insuficiente, nunca vamos a estar suficientemente preparadas, pero cuanto más mejor. Es necesario el conocimiento para poder afrontar mejor todas las dificultades.

Mar López es pediatra de Atención Primaria y máster en Nutrición Infantil
Mar López es pediatra de Atención Primaria y máster en Nutrición Infantil

—Del pecho al chupete, ¿cuándo ofrecerlo?

—Podemos ofrecer el chupete desde el principio cuando damos leche de fórmula porque sabemos que es un factor protector frente a la muerte súbita. En el caso de lactancia materna, siempre decimos que es mejor esperar a que esté establecida. Esto suele ocurrir al mes, pero en la práctica es cierto que hay veces que hasta los dos meses no estamos bien seguras. Aquí hay que tener en cuenta que más allá de los dos meses el niño no suele querer el chupete, así que si la familia quiere, entre el primer y el segundo mes sería lo mejor.

—¿Cuándo hay que quitarlo?

—Todos los odontólogos concuerdan en que, como máximo, hasta los dos años. Incluso la Asociación Española de Pediatría aconseja al año de vida, porque, a esa edad, el chupete ya no es un factor protector frente a la muerte súbita. Pero lo cierto es que el chupete es muchas otras cosas, como la necesidad de succión no nutritiva, hay niños que necesitan mucho llevarse algo a la boca, que tienen una fase oral muy intensa y lo necesitan para estar más relajados. Si no usamos el chupete es peor porque usan los dedos o cualquier objeto que encuentren. Resumiendo, la teoría es que hay que retirarlo antes de los dos años y, a partir de ahí, hay que adaptarse a la realidad de cada niño.

—El cólico del lactante es algo benigno, que se pasa, pero que causa mucha ansiedad y estrés en las familias.

—Lo cierto es que muchas veces pensamos que, si el niño llora, es porque pasa algo malo y que un bebé no debería llorar, pero es que los bebés lloran para expresarse, solo se comunican así. Es normal ese llanto. El cólico del lactante es distinto, es cuando el bebé menor de tres meses llora tres horas al día, como mínimo, un mínimo de tres días a la semana y durante, al menos, tres semanas, aunque lo podemos diagnosticar antes. La cuestión es que, cuando decimos que un niño tiene cólico del lactante, antes tenemos que descartar otras posibles causas como la alergia a las proteínas de la leche de vaca.

—Si finalmente sí que es un cólico del lactante, ¿existe algún tratamiento?

—Supervivencia pura y dura. Yo tuve una bebé que lloró con esa intensidad seis meses y se pasa muy mal. Yo recomiendo hacer turnos porque llega un momento en el que una persona no puede estar una hora seguida con un bebé con ese llanto, es muy estresante y angustiante. Lo mejor es buscar apoyo e intentar hacer turnos de veinte minutos. Portear también suele ayudar mucho a aliviar al niño. La rutina también es muy importante, tener un horario establecido y evitar la estimulación a últimas horas del día. El ruido blanco también se puede utilizar pero hay que tener cuidado porque tiene que estar a más de dos metros del bebé y no a volúmenes muy elevados.

El cólico del lactante suele empezar entre los 15-45 días de vida y desaparecer a los cuatro meses.

El llanto suele tener un comienzo y un final claros.

A veces, las familias lo describen como algo más parecido a un grito, más agudo y urgente que otros tipos de llando.

Es más frecuente por la tarde-noche.

El bebé suele ponerse rojo, enfadado, aprieta los puños, lleva las piernas a la barriga... y, cuando deja de llorar, tiene un aspecto normal.

Cuesta consolar el llanto.

Los bebés con cólico engordan, se desarrollan bien y su exploración es normal.

Fuente: Las respuestas de mi pediatra

—El síndrome de muerte súbita del lactante es la primera causa de muerte entre el primer mes y el año de vida en los países desarrollados, ¿cómo se explica?.

—Es una muerte que ocurre entre el mes de vida y el año, que no sabemos muy bien por qué pasa y tiene lugar cuando el niño está durmiendo. Lo que sí que sabemos es que hay unos factores de riesgo demostrados, como dormir boca abajo, algo que antiguamente se aconsejaba. Que los padres sean fumadores, dormir con el bebé cuando alguien ha tomado una pastilla para dormir o ingerido alcohol, dormir en la misma cama con hermanos o mascotas... Esos son factores de riesgo demostrados. Antes creíamos que el colecho los tres primeros meses tampoco se debía recomendar, pero ahora sabemos que los últimos estudios no asocian el colecho cuando hay lactancia materna con la muerte súbita.

—La postura es clave.

—Efectivamente, los niños no pueden dormir boca abajo. Deben dormir boca arriba. De lado tampoco porque el riesgo sigue aumentando ya que se pueden girar. Tampoco los bebés deben dormir inclinados, ni siquiera cuando hay un reflujo, solo si el médico lo ha recomendado. En resumen, siempre boca arriba. Para jugar si están despiertos es bueno ponerlo boca abajo, pero nunca para dormir.

—El uso de la melatonina para dormir en niños ha aumentado considerablemente, ¿en qué casos se recomienda?.

—Hay dos tipos de melatonina, la que hace efecto para que los niños se queden antes dormidos y la que tiene un efecto para que no se despierten tanto por la noche. Pero yo siempre le digo a las familias que no deberían medicalizar una cosa que es normal. Lo primero que debemos hacer si un niño no está durmiendo bien es analizar qué estamos haciendo, si el niño se va a dormir a la hora que lo necesita. Tenemos que organizar horarios, rutinas, cuidar mucho la iluminación, los estímulos, no les podemos poner la tele para intentar que se duerman. La luz es el mayor inhibidor de melatonina y tenemos siempre las casas súper iluminadas. Así que lo primero que tenemos que hacer es, antes de darles melatonina, intentar segregarla de manera natural. No sabemos qué efectos tiene a largo plazo la melatonina en niños. Además, parece que acabamos enseñando al niño que si no se duerme, le das algo. Es un recurso que tenemos los médicos cuando descartamos otras causas. Hemos de descartar que el niño no tiene nada médico y si después de controlar y cambiar las rutinas, aún así se despierta más de diez veces por la  noche, ahí podemos probarlo, de forma prescrita durante unas semanas. Pero un padre no debería ir a la farmacia a comprar melatonina porque sí.

—En el libro, entre muchos otros, haces un apunte sobre alimentación complementaria muy interesante. La creencia popular es que deben empezar por frutas y verduras, pero no es así.

—A partir de los seis meses necesitamos la alimentación complementaria, sobre todo, para que cubra nuestras necesidades de hierro y zinc. Algunas vitaminas y minerales más, pero sobre todo hierro. De ahí que no tiene sentido que haya que empezar con frutas y verduras. Debemos introducir, siguiendo las indicaciones, carnes, pescados, huevos, legumbres, semillas (siempre adaptado, por supuesto)... No significa que el día uno tengan que estar comiendo carne, puedes empezar el día seis. Pero hay que saber que cuanto antes integremos alimentos ricos en hierro, mejor.

—Dices que la tercera demanda en frecuencia en consulta de pediatría es el rechazo a nuevos alimentos.

—Yo siempre le digo a las familias que los niños tienen un apetito, hay que respetar siempre las señales de hambre y de saciedad. Después hay que descartar causas, por ejemplo, tener el hierro bajo puede ser la causa de que el pequeño no coma. Y también tenemos estrategias para intentar hacer la comida más amena. Siempre hay que poner en el plato algo que sabemos que al niño le gusta. Si hay algo que vemos que no le gusta, debemos seguir ofreciéndoselo pero sin obligar. Que vea el alimento, pueda tocarlo y le pierda el miedo.

—¿Hay que dar vitaminas a los niños?

—No, en general no. Si ves que tu hijo no come nada hay que hacer una analítica, pero no darles vitaminas porque sí. Muchas vitaminas, además, en niños producen diarrea o estreñimiento. A veces tenemos la creencia de que para que un niño esté sano debe comer un puré de veinte alimentos, pero no hace falta.

—En el libro también recalcas que los antitusivos no deben darse a niños.

—No hay ninguna evidencia que demuestre que son efectivos, que funcionan en niños y, además, el riesgo de efectos secundarios graves es importante, incluso coma o muerte porque pueden producir depresión respiratoria. La Asociación Española de Pediatría dice que nunca se deben dar en menores de seis años y, en general, no se deben dar porque no son efectivos. En el propio prospecto de muchos de ellos lo pone, también en las míticas cremas para despejar las vías nasales que se aplican en el tórax. Las familias los pueden comprar sin receta y no está controlado. También ocurre que cuando digo "jarabes para la tos, no", muchas familias me preguntan por esos jarabes que son para la tos pero "naturales". No, los jarabes naturales u homeopáticos tampoco.

¿Qué es la tos?

  • Un mecanismo de defensa para mantener despejadas de secreciones las vías respiratorias y protegerlas de infecciones, contaminación...
  • La tos por catarro suele resolverse en 1-3 semanas.
  • La tos persistente es aquella que dura más de 4 semanas.
  • Un 10 % de niños siguen tosiendo después de 25 días de iniciado un catarro.

Fuente: Las respuestas de mi pediatra

—Siestas, ¿hasta qué edad son necesarias?

—Los niños a los cinco años ya no necesitan siesta. Cuando un niño duerme la siesta a esa edad tenemos que ver si ocurre algo, por protocolo, tenemos que revisar que no tenga ningún problema. De cuatro a cinco años suelen hacer siesta algún día a la semana, pero no todos los días. Hasta los cuatro años sí suelen dormir siesta cada día.  Y esto nunca es algo igual para todos, hablamos en modo general. Es verdad que aquí hay un problema cuando empieza el cole, porque en muchos no hay espacio para dormir la siesta y los niños la necesitan.

—Pesadillas y terrores nocturnos, ¿cuáles son las diferencias?.

—Hay diferencias. En el terror nocturno el niño grita, pero está totalmente dormido y no hay que despertarle. En el caso de la pesadilla, el niño se despierta y suelen recordar esa pesadilla. Con el terror nocturno no se suelen acordar de nada. Además, las pesadillas y los terrores ocurren en momentos distintos de la noche. Las primeras son más frecuenestes en el último tercio de la noche, mientras que los segundos ocurren 2-3 horas después de que el niño se quede dormido.

—Las rabietas son conductas normales en el desarrollo del niño, pero preocupan mucho a los padres.

—Yo siempre le digo a los padres que lo tienen que ver como un 100 % de confianza. Cuando tu hijo tiene una rabieta contigo es porque te tiene confianza,  porque tu hijo descarga contigo y es capaz de de decir "mi mamá, mi papá va a entender que yo me he enfadado o que yo necesito llorar o que necesito gritar y van a estar ahí para mí, para sostener mi enfado". Los adultos, si tenemos un disgusto en el trabajo, estamos deseando llegar a casa para desahogarnos. Pues ellos quizás están deseando salir al cole para desahogarse con nosotros, pero su forma de expresarlo es esa. Es bueno que ocurra porque les estamos enseñando a sacar sus emociones. A veces somos los adultos los que proyectamos eso en los niños, nos hacen sentir incómodos las rabietas porque pensamos que qué van a decir los demás. Pero lo que tenemos que hacer es estar ahí para nuestro niño.

Uxía Rodríguez Diez
Uxía Rodríguez Diez
Uxía Rodríguez Diez

A Rúa, Ourense (1986). Coordinadora de La Voz de la Salud con una misión, que todos nos cuidemos más y mejor. La pandemia de covid-19 no solo la viví, también la conté en La Voz de Galicia. Mucho antes de todo esto trabajé en Vtelevisión durante casi una década como redactora, reportera y presentadora. Allí dirigí y presenté el programa Sana sana, sobre sanidad, bienestar y nutrición.

A Rúa, Ourense (1986). Coordinadora de La Voz de la Salud con una misión, que todos nos cuidemos más y mejor. La pandemia de covid-19 no solo la viví, también la conté en La Voz de Galicia. Mucho antes de todo esto trabajé en Vtelevisión durante casi una década como redactora, reportera y presentadora. Allí dirigí y presenté el programa Sana sana, sobre sanidad, bienestar y nutrición.