Honduras elige dar un giro a la derecha en medio de un tenso recuento electoral

Héctor Estepa
Héctor Estepa SANTIAGO DE CHILE / E. LA VOZ

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Nasry «Tito» Asfura,del Partido Nacional, para quien el presidente Donald Trump pidió el voto.
Nasry «Tito» Asfura,del Partido Nacional, para quien el presidente Donald Trump pidió el voto. STR | EFE

Los primeros resultados certifican la derrota del oficialismo de izquierdas

01 dic 2025 . Actualizado a las 22:33 h.

Honduras vive en tensión uno de los recuentos electorales más apretados que se recuerdan en el país, con un ambiente ya muy caliente desde hace semanas por las acusaciones previas de fraude electoral y la irrupción del presidente estadounidense, Donald Trump, a final de campaña.

El candidato conservador Nasry Asfura, apoyado por la Casa Blanca, lideraba el escrutinio provisional con el 39,92 % de los sufragios, superando en apenas 515 votos al liberal Salvador Nasralla, que registraba un apoyo del 39,89 % de los sufragios con el 55 % de los votos escrutados.

El porcentaje de escrutinio apenas se movió en toda la mañana en Honduras y permanecía inalterado, dando lugar a especulaciones y denuncias cruzadas de fraude. La tensión creció después del mediodía cuando la web del Consejo Nacional Electoral (CNE) se cayó.

Sí certifican las cifras la derrota del oficialismo de izquierdas, porque su candidata, la exministra de Finanzas y Defensa Rixi Moncada, apenas lograba un 19,16 % de los votos y la remontada era prácticamente imposible con las cifras en la mano. Moncada era candidata del partido Libre de la presidenta, Xiomara Castro, esposa del exmandatario Manuel Zelaya, depuesto en el 2009 con un golpe de Estado.

La izquierda hondureña se ha visto muy afectada por los casos de corrupción y la persistencia de la violencia y de la pobreza, pese a la mejora de las cifras económicas tras la pandemia y de su gran inversión en programas sociales.

El apoyo también se resintió en el 2024 tras la publicación de un vídeo en el que aparecía Carlos Zelaya, hermano del expresidente, reunido con capos del narcotráfico negociando aportaciones a la campaña de Libre en el 2023.

El resultado no solo tiene repercusiones nacionales. El Gobierno del venezolano Nicolás Maduro ha perdido en apenas dos meses el apoyo de dos importantes países que reconocían el resultado ofrecido por Caracas de las elecciones del 2024: Bolivia y Honduras. Solo Cuba y Nicaragua siguen respaldando a Maduro en la América Latina continental.

Hasta el escrutinio final

En todo caso, la instrucción de la cúpula de Libre a su militancia era este lunes la de permanecer activa ante el recuento, sin dar por vencida la elección. «La solicitud de mantenernos en pie de lucha hasta obtener el escrutinio final con el 100 % de las actas presidenciales [es] lo moral, patriótico y apegado a una verdad plena», señaló Zelaya en redes sociales.

El CNE al mando del recuento está liderado por tres funcionarios, uno por cada uno de los principales partidos. Preside la funcionaria miembro del Partido Liberal del cuatro veces candidato y experiodista Nasralla, y los tres candidatos han denunciado que el organismo está controlado por sus respectivos adversarios.

Nasralla se declaró este lunes en X como «el ganador proyectado», ofreciendo porcentajes poco fiables porque el cómputo total de su proyección de los tres candidatos daba 108,7 %. Ese mensaje desapareció horas después de su perfil. Los liberales siguen también pidiendo a sus seguidores que se mantengan movilizados.

«Esto no se termina hasta que se cuente el último voto», dijo, por su parte, la diputada conservadora María Antonieta Mejía, del Partido Nacional de Asfura, empresario y exalcalde de Tegucigalpa que se presenta por segunda vez a los comicios.

El candidato derechista fue apoyado el miércoles por Trump para «trabajar juntos para luchar contra los narcocomunistas» y enfrentar a Maduro. No se quedó ahí el estadounidense. Prometió también un indulto para el exmandatario hondureño Juan Orlando Hernández (2014-2022), del partido de Asfura y condenado en el 2024 por un tribunal de Nueva York a 45 años de cárcel por haber introducido 400 toneladas de cocaína en EE.UU., una decisión que ha causado gran revuelo en ambos países y a nivel global.