El rey denuncia ante la ONU los «actos aberrantes» de Israel en Gaza: «Detengan ya esta masacre»

Paula De las Heras NUEVA YORK / COLPISA

INTERNACIONAL

Felipe VI pide no «mirar para otro lado» ante una actuación que «repugna a la conciencia humana y avergüenza al conjunto de la comunidad internacional»

25 sep 2025 . Actualizado a las 10:09 h.

El rey no pronunció este miércoles la palabra genocidio, que divide al Gobierno y al PP, para referirse a la actuación de Israel en la Franja de Gaza en su discurso ante el plenario de la Asamblea General de la ONU, pero eso no restó un ápice de dureza a su intervención. Desde la misma tribuna desde la que Donald Trump dejó claro la víspera su apoyo sin fisuras al Gobierno de Benjamin Netanyahu, el jefe del Estado español pidió no «mirar para otro lado» ante sus bombardeos indiscriminados sobre la población palestina y se mostró tajante. «Son actos aberrantes que están en las antípodas de todo lo que este foro representa. Repugnan a la conciencia humana remarcó- y avergüenzan al conjunto de la comunidad internacional».

Felipe VI ya había denunciado la semana pasada en Egipto el «brutal e inaceptable sufrimiento» al que el Ejecutivo israelí está sometiendo al pueblo gazatí, que supera ya los 65.000 civiles fallecidos en los últimos dos años como consecuencia de su reacción a los ataques de Hamás el 7 de octubre del 2023. Pero este miércoles fue mucho más lejos. Con su habitual lenguaje diplomático y no sin dejar claro de antemano el aprecio del pueblo español al pueblo israelí y su condena a los atentados del grupo terrorista, exigió a Netanyahu detener la «masacre». «No más muertes en nombre de un pueblo tan sabio y tan antiguo, que tanto ha sufrido a lo largo de la historia», reclamó.

«España es un pueblo profundamente orgulloso de sus raíces sefardíes. Cuando hablamos al pueblo de Israel, estamos hablando a un pueblo de hermanos, un pueblo que, cuando regresa a España -a Córdoba, a Toledo, a Sevilla, a Barcelona- regresa a su casa; fue ese el principio inspirador de la ley por la que, en el 2015 y con amplio consenso, se concedió la nacionalidad española a los descendientes de los judíos sefardíes originarios de España», recordó. «Por eso nos duele tanto, nos cuesta tanto -enfatizó- comprender lo que el Gobierno israelí está haciendo»

En una línea similar, el monarca defendió también la decisión de varios países de la ONU -en mayo del 2024 España, pero en los últimos días, otros tan relevantes como Francia, el Reino Unido, Canadá, Australia o Portugal- de reconocer en esos momentos el Estado palestino. Un gesto que Donald Trump tildó la víspera de «regalo» a Hamás y que en España el principal partido de la oposición considera, al igual que países como Alemania, prematuro. «Debe ayudar a conseguir una paz regional justa y definitiva, basada en la aplicación de las resoluciones de las Naciones Unidas y también -subrayó el rey- en el reconocimiento universal del Estado de Israel».

La situación de Gaza es una de las cuestiones más relevantes y acuciantes de cuantas se abordan en esta semana de alto nivel de la ONU, pero no la única. La propia subsistencia de la organización internacional nacida de la devastadora experiencia de la Segunda Guerra Mundial está en riesgo y la incendiaria intervención, en la sesión inaugural, del presidente de Estados Unidos lo evidenció de forma muy gráfica. Trump no solo cargó con su habitual desdén contra la inoperancia de la institución en su 80 aniversario y presumió de haber acabado él solo con «siete guerras» (una cifra dudosa, a lo que se añade sus intentos fallidos en Ucrania y Oriente Medio), también la acusó de generar problemas y de financiar la inmigración ilegal, y ridiculizó algunos de sus principales objetivos como la lucha contra el cambio climático, que llegó a tildar de «timo».

Inmigración, «vector de desarrollo»

La intervención de Felipe VI -contrastada, como suele ser habitual en estos casos, con el propio Gobierno- abordó todas esas cuestiones desde una óptica radicalmente opuesta.

Hacía diez años que el jefe del Estado no representaba a España en este foro y el momento elegido no es casual porque puede ser leído también como señal de lo elevado del compromiso de España con la ONU en un momento de zozobra en el que las democracias liberales se tambalean y el multilateralismo retrocede. «La memoria del siglo XX nos interpela cada vez que nos reunimos en esta Asamblea General, nos recuerda para qué se creó esta casa de la comunidad internacional, en qué circunstancias nació y qué oscuros capítulos de la historia -dijo- procuró cerrar definitivamente».

Lula besa en la frente a Petro, en presencia de Boric y Sánchez, durante el foro en defensa de la democracia en la ONU.
Lula besa en la frente a Petro, en presencia de Boric y Sánchez, durante el foro en defensa de la democracia en la ONU. Angel Colmenares | EFE

Sánchez y la izquierda latinoamericana abogan por reforzar la democracia 

Los presidentes izquierdistas de Brasil, España, Chile, Colombia y Uruguay lideraron un evento paralelo a la Asamblea General de la ONU en el que pidieron «reforzar la democracia global», una cita a la que EE.UU. no estaba invitado. Se trata de la segunda edición de este encuentro, en el que el año pasado sí participó Estados Unidos (aún con Joe Biden en la Casa Blanca), informa Efe. Entre los invitados estuvieron primeros ministros, diplomáticos, líderes sociales, académicos y premios nobel como el estadounidense Joseph Stiglitz (que se unió a otros 42 nobeles en una carta a favor de la democracia).

«Desde las fuerzas progresistas, no tenemos permitido el desánimo (...) Sabemos que hay algunos que tienen mucho poder y buscan humillar a los que menos tienen. Creen que pueden imponer con el dinero y la fuerza su voluntad, pero al final del día la razón siempre termina triunfando», afirmó Gabriel Boric, que moderó la discusión. El presidente chileno detalló que los tres ejes en los que trabajan conjuntamente son el fortalecimiento de la democracia, el combate de la desinformación y la lucha contra las desigualdades.

El brasileño Lula da Silva protagonizó un enfático discurso en el que recalcó su prioridad de «reconstruir la armonía entre los seres humanos y las relaciones amigables entre Estados» desde los valores de la izquierda. «¿La extrema derecha crece con la fuerza que crece por mérito suyo o por incompetencia nuestra?», advirtió. El más vehemente fue el colombiano Gustavo Petro, que llegó a comparar a los EE.UU. de Trump con la Alemania nazi. A la misma hora, desde el estrado de la Asamblea General de la ONU, el argentino Javier Milei, acusaba a la izquierda global de una «escalada inadmisible de violencia política».

Al Sharaa declara el regreso de Siria a su «lugar» en el mundo en su debut en la ONU 

El presidente sirio, Ahmed al Sharaa, declaró este miércoles el regreso de Siria «al lugar que se merece entre las naciones del mundo» durante su debut en la Asamblea General de la ONU y cargó contra Israel por continuar con sus ataques tras el derrocamiento del régimen de Bachar al Asad.

«Siria regresa al lugar que se merece entre las naciones del mundo», sentenció Al Sharaa, en la primera intervención de un jefe de Estado sirio en la sede de las Naciones Unidas en cerca de 60 años. El mandatario se congratuló de que su país haya abierto un «nuevo capítulo próspero» tras ser gobernado durante décadas por el régimen «injusto» de los Al Asad, y pidió el levantamiento de todas las sanciones. 

Encuentros insólitos

La estancia de Al Sharaa en Nueva York ha dejado estampas tan insólitas como un encuentro con el general David Petraeus, comandante estadounidense que le mantuvo detenido en Irak entre el 2006 y el 2011. Petraeus entrevistó a Al Sharaa en un foro donde no dudó en hacer referencia a lo insólito de la situación. «Estábamos en bandos diferentes cuando yo comandaba en Irak. Tú estuviste por supuesto detenido por las fuerzas estadounidenses durante unos cincos años. Y aquí estás ahora como presidente de Siria», dijo. Y le preguntó sin miramientos: «Ayúdanos a entender cómo pasaste de Al Qaida a donde estás hoy». Al Sharaa comentó sonriendo que se alegra de haber pasado de «la guerra al discurso».