Trump empezará a perder sus activos si no consigue pagar la multa de 464 millones de dólares por fraude

Miguel Palacio NUEVA YORK / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Donald Trump, en un boceto de la ilustradora oficial del tribunal de Manhattan.
Donald Trump, en un boceto de la ilustradora oficial del tribunal de Manhattan. Jane Rosenberg | REUTERS

El lunes se cumple el plazo que el juzgado de Nueva York le ha dado para presentar el dinero

21 mar 2024 . Actualizado a las 22:21 h.

Donald Trump, en plena campaña por volver a la presidencia de Estados Unidos y con varias causas criminales abiertas, tiene dificultades para hacer frente a la multa de 464 millones de dólares (unos 427 millones de euros) por fraude fiscal que le impuso un juez de Nueva York en febrero.

«Eres la única persona sobre este escenario que ha sido multada por contratar gente ilegalmente para trabajar en tus proyectos». Era el año 2016, y la acusación la hacía el senador republicano Marco Rubio en pleno debate electoral. El acusado era Donald Trump, entonces solo aspirante a la presidencia, que hacía campaña apoyado sobre su aura de empresario de éxito. La respuesta del magnate a la acusación de Rubio sonó durante el debate y siguió resonando durante el resto de la campaña: «Soy el único de este escenario que ha contratado gente».

El velo cayó el pasado febrero cuando el juez neoyorquino Arthur Engoron declaró al millonario, a sus dos hijos mayores y a varias de sus empresas culpables de fraude fiscal. En concreto, de haber inflado el valor de sus activos ante bancos y empresas de crédito para obtener préstamos con condiciones ventajosas. Una estrategia que motivaba la multa de 464 millones de dólares que le impuso Engoron y que iba acompañada de la prohibición de hacer negocios en Nueva York durante tres años. Una cuantiosa multa a la que Trump, que el año pasado afirmaba que tenía acceso a 400 millones de dólares en efectivo, tendría problemas para hacer frente.

El lunes 25 se cumple el plazo que el juzgado de Nueva York le ha dado para pagar la multa. Sus abogados, que afirmaron esta semana que era una cantidad imposible de producir, han pedido que el pago se ponga en pausa hasta que se resuelvan las posibles apelaciones. Si su petición fuese denegada y el millonario no consiguiese ni reunir efectivo suficiente ni encontrar a alguien que presente esa cantidad como fianza —un requisito para presentar la apelación—, el estado de Nueva York comenzaría a requisar sus activos.

De momento, la Fiscalía ya ha dado los pasos iniciales en la ciudad de Nueva York y en el condado de Westchester (donde Trump posee una finca y un campo de golf) para abrir los procesos de confiscación de activos. Además, el jueves, Engoron ordenó a las empresas del magnate que abriesen sus libros a la exjueza federal Barbara Jones. Ella se encargará de monitorizar las cuentas durante tres años, y podrá sugerir cambios operativos en el funcionamiento de las empresas.

Una de las salidas al alcance de Trump es declararse en bancarrota. Eso le permitiría retrasar el pago de una multa cuyos intereses aumentan a un ritmo de 100.000 dólares diarios durante varios meses. Una opción a la que el expresidente no quiere recurrir, dado que, de hacerlo, anticipa un daño considerable a su reputación y, por extensión, a su candidatura.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, por su lado, apostaba el miércoles por sacar rédito de los problemas económicos de su rival. Desde un acto con donantes en Dallas, Biden bromeaba sobre la falta de liquidez del magnate. «El otro día, este hombre con pinta de derrotado se me acercó y me dijo: “Señor presidente, necesito su ayuda. Estoy aplastado por las deudas. Completamente arruinado”», relataba Biden en Texas. Y remataba con sorna: «Yo le tuve que responder: “Donald, no puedo ayudarte”».