Bolsonaro y su círculo, investigados por planear el golpe de Estado del 2023

Héctor Estepa RÍO DE JANEIRO / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Agentes entran en el palacio presidencial del Planalto tomado por los bolsonarista en enero del 2023.
Agentes entran en el palacio presidencial del Planalto tomado por los bolsonarista en enero del 2023. UESLEI MARCELINO | REUTERS

La policía encontró documentos incriminatorios en la oficina del expresidente

09 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Graves problemas para Jair Bolsonaro. El expresidente brasileño y su grupo más cercano de ministros y colaboradores militares fueron objetivo ayer de un megaoperativo de la Policía Federal (PF), ordenado por el Supremo Tribunal Federal (STF) por su supuesta participación en la planificación de un Golpe de Estado, en el 2022, que habría tenido como objetivo la permanencia en el poder del líder ultraderechista.

La PF irrumpió en la casa de Bolsonaro en Angra dos Reis (Estado de Río de Janeiro) a las siete de la mañana de ayer, hora local, para realizar un registro. Al exmandatario le fue requerido su pasaporte. No lo llevaba consigo, así que le dieron un plazo de 24 horas para presentarlo. Finalmente, la identificación fue hallada en las oficinas del Partido Liberal (PL) en Brasilia, a cientos de kilómetros de Bolsonaro, a quien se le prohibió hablar con el resto de investigados. Poco después, en la sala del expresidente, los agentes también localizaron un presunto documento golpista (un pronunciamiento a la nación, según la CNN) en forma de carta.

«Salí del Gobierno hace más de un año y sigo sufriendo una persecución implacable», señaló el expresidente ayer a Folha de São Paulo. La policía, sin embargo, asegura contar con importantes pruebas —además del documento localizado ayer— contra el exmandatario y su círculo, incluyendo escuchas, tras investigar durante meses a partir de un borrador golpista encontrado en enero del 2023.

Los agentes creen que los investigados formaban una «organización criminal» que planeó una «tentativa de Golpe de Estado» para mantener a Bolsonaro en la presidencia. Se habrían dividido en dos grupos. Uno habría sembrado dudas sobre las máquinas electrónicas de voto —vigentes en Brasil desde 1996 y que nunca han presentado problemas—, espoleando sospechas de fraude. El otro incurrió en la «práctica de actos para subsidiar la abolición del Estado Democrático de Derecho por medio de un golpe de Estado» con el «apoyo de militares con conocimientos y tácticas de fuerzas especiales en un ambiente políticamente sensible».

Según la PF, Bolsonaro conocía el borrador golpista, que preveía el arresto de los jueces del Supremo Alexandre De Moraes y Gilmar Mendes, así como el líder del Senado, Rodrigo Pacheco. El presidente incluso habría modificado el documento para que solo se detuviese a De Moraes, foco de las críticas de los bolsonaristas. Los agentes registraron ayer 33 domicilios en una decena de Estados. Entre los investigados están el exministro y general Walter Braga Netto —según las grabaciones habría llamado «cagón» al comandante del Ejército, Freire Gomes, por no adherir a las acciones— el exministro y general Augusto Heleno —se le atribuye la frase «no va a haber revisión del VAR, lo que tenga que hacerse debe hacerse antes de las elecciones»— y el ex ministro y general Paulo Sergio Nogueira.

Los investigados incluso habrían tenido a un comando siguiendo los movimientos del juez De Moraes para detenerlo velozmente en caso de activar el Golpe. Los investigadores creen que el Partido Liberal (PL) de Bolsonaro fue básico para esparcir las dudas sobre el sistema electrónico de voto. Su presidente, Walter Braga Neto, fue arrestado ayer por tenencia ilegal de armas durante el registro de su domicilio. «Creo que no habría ocurrido sin Bolsonaro —declaró Lula—. Debe haber participado en la construcción de esa tentativa».