La ayuda humanitaria llega a cuentagotas y mantiene a Gaza abocada a la «catástrofe»
INTERNACIONAL
El paso de Rafah abrió solo unas horas para permitir la entrada de 20 camiones
22 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Solo las próximas horas, o días, determinarán si la entrada ayer a Gaza de un convoy de ayuda humanitaria fue únicamente o un espejismo o el inicio de la esperanza. El paso fronterizo de Rafah permaneció abierto unas horas, el tiempo necesario para que veinte camiones —uno de ellos aparentemente con el logo internacional de una empresa vasca— finalizaran su larga espera en el lado egipcio y accedieran al enclave donde se hacinan cientos de miles de palestinos que huyen de la guerra en el norte.
Aunque toda aportación es vital en este momento «crítico» para la supervivencia de los refugiados, la ONU admitió que los «suministros salvadores» trasladados por un convoy que no ocuparía el aparcamiento de una gasolinera resultan «insuficientes» para evitar la «catástrofe» derivada de la falta de agua, alimentos y medicamentos. «El pueblo de Gaza necesita un compromiso para mucho más tiempo, una entrega continua de ayuda» a gran escala, denunció el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en su discurso en la cumbre de El Cairo ante los líderes árabes y occidentales. Los transportes pesados «marcan una diferencia de vida o muerte», añadió Guterres, para los ciudadanos de la Franja.
En total, son 2,4 millones de personas a las que Tel Aviv cortó los abastecimientos poco después de que Hamás desatara una carnicería en el lado israelí, con 1.400 civiles y soldados masacrados. «Este primer convoy no debe ser el último», declaró el coordinador de emergencias de Naciones Unidas, Martin Griffiths, al pie de Rafah.
La ONU descargó 150 toneladas de comida enlatada y alimentos de larga caducidad, además de medicinas, colchones y mantas. La Cruz Roja informó de que no llegaron reservas de agua, aunque otras fuentes no descartaban que hubiera entrado algún depósito. Los suministros serán distribuidos fundamentalmente en los hospitales. Lo que se echa en falta es el combustible. Ni una gota pasó la divisoria de Rafah. El transporte cumplió así las directrices de Israel, que prohibió taxativamente la entrada de gasolina, diésel o bombonas de gas ante el supuesto de que pudieran terminar requisadas y usadas por Hamás.
Aumentan los ataques
Una de las finalidades de las Fuerzas de Defensa con su cerco a la Franja es asfixiar la vida de los milicianos resguardados en los túneles de Gaza. Ayer, el portavoz de este cuerpo, el contralmirante Daniel Hagari, explicó que a partir de hoy se intensificarán los ataques de la aviación y la artillería contra el norte de Gaza porque «tenemos que entrar en la siguiente fase de la guerra (operación terrestre) en las mejores condiciones».
Después de la mínima ilusión generada por los primeros 20 camiones, el flujo de ayuda sigue pendiente de un hilo. La diplomacia es consciente de que solo ha cruzado una mínima parte de los 175 vehículos pesados que aguardan al otro lado de Gaza con comida. Distintos medios consideran que el futuro de este abastecimiento, de ninguna manera garantizado en este momento, dependerá de factores tan exógenos a las agencias de auxilio como la continuación de los bombardeos, el posible inicio de la invasión terrestre, la gestión para facilitar la salida de ciudadanos extranjeros por Rafah y las actitudes que adopten los Gobiernos de Israel y Egipto.