Macron enfada a la oposición con su defensa de la reforma de las pensiones

Asunción Serena PARÍS / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Trabajadores en huelgan mantean a un muñeco que representa al presidente Macron.
Trabajadores en huelgan mantean a un muñeco que representa al presidente Macron. ERIC GAILLARD | REUTERS

El presidente no admite críticas y asume la «impopularidad» de la norma

23 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Sindicatos y oposición parecen más determinados que nunca a seguir la lucha contra la reforma de las pensiones, después de la defensa a ultranza, y a veces arrogante,  de Emmanuel Macron en una entrevista televisada. El presidente francés aseguró que «la reforma de las pensiones no es un lujo ni un placer, sino una necesidad» y se dijo dispuesto a «asumir la impopularidad» de ponerla en marcha por el bien del país. Así confirmó que el texto entrará en vigor «antes de que termine el año» y denunció la «extrema violencia» de algunas manifestaciones.

«Elijo el interés general del país y si hacer falta asumir la impopularidad del país, la asumo»

Lejos de admitir las críticas de los sindicatos que reprochan la falta de diálogo del Gobierno, Macron habló de «meses de concertación, 175 horas de debate y un texto enriquecido por los parlamentarios», para avalar el proceso democrático que ha seguido la reforma y que debe terminar con el examen del Consejo Constitucional antes de su promulgación. Para Macron, «no hay 36 soluciones», Francia necesita esta reforma y «cuanto más esperemos, más va a degradarse» el desequilibrio del sistema de pensiones.

El inquilino del Elíseo volvió a expresar su confianza en la primera ministra Elisabeth Borne pese a no prosperar la moción de censura liderada por Libertades, Independientes, Ultramar y Territorios (LIOT) y constatar que «el Parlamento no tiene una mayoría alternativa». Pero el resultado de la moción fue por un estrecho margen, lo que debilita al Ejecutivo y evidencia la dificultad que tendrá para ampliar su mayoría.

Macron llamó a captar a aquellos diputados de la oposición que rechazaron la moción, aunque el margen de maniobra es estrecho porque hasta los centristas, los llamados macronistas-compatibles, comienzan a marcar distancias con la mayoría presidencial. 

Indignación de la CFDT

El presidente galo dijo que actuaba «en el interés superior de la nación» y atacó a los sindicatos lamentando «que no hayan hecho propuestas». Según él, existe «una tendencia de nuestra democracia a querer abstraerse de la realidad». Además, afirmó que el propio secretario general de la CFDT, Laurent Berger, había propuesto en su congreso aumentar la edad de jubilación.

Berger respondió de inmediato a Macron acusándole de mentir «para ocultar su incapacidad de encontrar una mayoría para votar su reforma injusta». «¡Negación y mentira!», comentó desde su cuenta en Twitter, «la CFDT tiene un proyecto de reforma de pensiones. Macron lo comprendió en el 2019 y asumió nuestra ambición de un sistema universal. Pero en el 2023 rehace la historia y miente».

El presidente apeló a la negociación colectiva y al diálogo social para estudiar cómo mejorar algunos aspectos de la reforma. «La mano está tendida», aseguró.

La clase política también criticó duramente su intervención. El líder de la izquierdista La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, denunció las «tradicionales muestras de desprecio de Emmanuel Macron» y, en la misma línea, Marine Le Pen le acusó de insultar a los franceses. Para el secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, el presidente «ha puesto más explosivos en un brasero que está ya bien encendido».

El presidente de Los Republicanos, Eric Ciotti señaló que «el único verdadero anuncio es que la lucha contra la inmigración ilegal (Macron ha decidido dejar para más tarde la ley migrtoria) ya no es una prioridad para el Gobierno» y «eso es un error».