Las empresas piden a Meloni más migración para cubrir empleos

VALENTINA SAINI VENECIA / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Un grupo de migrantes supervivientes del naufragio, sentados frente a personal policial y de emergencia
Un grupo de migrantes supervivientes del naufragio, sentados frente a personal policial y de emergencia EUROPAPRESS

Sectores como el turismo, la agricultura o la hostelería no encuentran trabajadores

09 mar 2023 . Actualizado a las 09:02 h.

El debate público en Italia sigue centrado en la inmigración tras el naufragio de una embarcación que se cobró la vida de 71 inmigrantes frente a la región de Calabria (sur) en la madrugada del 27 de febrero. Por un lado, los medios siguen de cerca la investigación de la Fiscalía sobre la falta de una operación de rescate. Por otro, las empresas del país transalpino piden al Gobierno de Giorgia Meloni que refuerce las vías legales de entrada de inmigrantes, para responder a la preocupante escasez de mano de obra en sectores cruciales para el PIB nacional, desde la industria manufacturera al turismo, pasando por la agricultura o la restauración.

La mayor patronal del turismo señala que el sector se aproxima a la temporada alta de primavera y Semana Santa con un déficit de unos 50.000 trabajadores. El campo necesita 100.000 trabajadores que no logra encontrar. Solo en la región del Véneto (nordeste), una de las locomotoras del PIB, la mitad de las casi 134.000 contrataciones previstas para el primer trimestre de año corre el riesgo de quedarse sin candidatos.

Debido, entre otras razones, al declive demográfico, los empresarios ven claro que la única forma de solucionar rápidamente la escasez de mano de obra es la inmigración. E incluso desde el Véneto, región cuya capital es Venecia, donde la dura retórica antiinmigración siempre ha premiado a los partidos de extrema derecha (la Liga durante décadas, Hermanos de Italia desde las generales que llevaron a Meloni al poder en septiembre), llegan llamamientos a tomar decisiones rápidas y pragmáticas. Por ejemplo, el presidente de la principal organización patronal regional, Confindustria Veneto, declaró este lunes a La Repubblica: «Necesitamos acoger a personas [...]. Aquí hay empresas dispuestas a proporcionar incluso casas a las familias. Pero por ahora [...] nos faltan las herramientas para gestionar el fenómeno».

Así que ahora, la primera ministra y líder de Hermanos de Italia podría verse estudiando un plan bianual o trienal para permitir la entrada de 100.000 trabajadores extra-UE al año. El camino a seguir es reforzar el llamado «decreto flujos», la medida por la que el Gobierno italiano fija cada año las cuotas de entrada de personas extracomunitarias por motivos laborales. El último «decreto flujos» fue aprobado por el Gobierno de Mario Draghi y contempló algo más de 69.000 permisos, mientras que las solicitudes fueron más de 200.000.

Desviar el foco del debate sobre inmigración del naufragio del 27 de febrero a las rutas legales puede ser una oportunidad para Meloni de rehacerse de la actitud del ministro del Interior Piantedosi sobre la tragedia de los migrantes, juzgada inhumana por parte de la opinión pública, apuntando a reforzar su imagen de política «coherente»: desde sus primeros días como primera ministra prometió que lucharía contra los traficantes de migrantes y que mejoraría los flujos regulares. Esta puede ser la oportunidad de hacerlo, atendiendo a las demandas del mundo empresarial, del que recibió un fuerte apoyo en las últimas elecciones.