Netanyahu logra una holgada mayoría para formar Gobierno y recuperar el poder

pablo duer JERUSALÉN / EFE

INTERNACIONAL

El ganador de los comicios israelíes, Benjamin Netanyahu
El ganador de los comicios israelíes, Benjamin Netanyahu AMMAR AWAD | REUTERS

El bloque que lidera el Likud lograría 65 escaños en una Cámara de 120

03 nov 2022 . Actualizado a las 09:29 h.

El ex primer ministro israelí Benjamín Netanyahu logró una rotunda victoria en los comicios de este martes que, a la espera de resultados definitivos, le otorgaría una holgada mayoría para formar un Ejecutivo y recuperar el poder tras más de un año en la oposición. El partido Likud de Netanyahu no solo ganó las elecciones por amplia diferencia frente al segundo —el centrista Yesh Atid—, sino que el bloque de grupos políticos que lidera se encamina a superar sin problemas el mínimo de 60 parlamentarios necesarios para gobernar.

El retorno del exmandatario al poder resulta casi inevitable y solo se vería obstaculizado por un cambio rotundo —e improbable— de tendencia en el recuento de los menos de 700.000 votos todavía por contabilizar, con el 86 % ya escrutado.

Netanyahu recuperaría entonces el trono que perdió a mediados del 2021, a manos de una coalición de partidos de todo el arco político, y lo haría junto a sus socios ultraderechistas y ultraortodoxos. De mantenerse estos resultados, estos partidos concentrarían un total de 65 diputados de una Cámara de 120 y superarían por amplia diferencia al bloque opositor encabezado por el actual primer ministro, Yair Lapid.

«Este sería el Gobierno más derechista de la historia de Israel», destacó el analista político Jonathan Rynhold, en referencia a la participación del ultraderechista Partido Sionista Religioso.

Más allá de los posicionamientos ideológicos de las formaciones que integrarían tal Ejecutivo, Rynhold alerta del riesgo que ese Gobierno representaría para la democracia israelí. «Esa coalición aprobaría una ley para que Netanyahu obtenga inmunidad en el juicio por corrupción en su contra e intentaría aprobar otra que aumente el control del Gobierno sobre la selección de jueces», indicó el analista, quien subrayó que esto «implicaría una erosión de las normas democráticas de Israel» y afectaría en sus vínculos con sus socios occidentales.

Fin del bloqueo

Más allá de qué gobierno formaría Netanyahu, el hecho de que esté en condiciones de establecer un ejecutivo representa un hecho importante para el país, que saldría de un bloqueo político de casi cuatro años y durante el cual se celebraron cinco elecciones generales.

«Lo más importante es que finalmente el pueblo estará unido, no habrá ya elecciones todos los años y habrá estabilidad por cuatro buenos años», dijo a Efe Guy Cohen, israelí de 46 que trabaja en una casa de cambio y que, más allá de empatizar ideológicamente con el bloque ganador, hace hincapié en que el país tendrá un «Gobierno estable».

Por otra parte, los resultados hasta el momento indicarían un mínimo histórico de representantes de partidos de izquierda y centroizquierda en la Knéset (Parlamento). El histórico partido Laborista, que gobernó Israel desde su fundación y durante buena parte de su historia, obtendría cuatro escaños, su peor cifra. Y el pacifista Meretz, la formación más de izquierdas dentro de los partidos sionistas, no alcanza por el momento el mínimo del 3,25 % de los votos necesarios para entrar al Parlamento y se quedaría fuera por primera vez desde su creación.

Otro partido que quedaría fuera de la Knéset es el nacionalista árabe Balad, que apostó a escindirse de una coalición de partidos árabes y se presentó de forma independiente, obteniendo en torno a un 3 % de los votos.

Las otras dos formaciones árabes, Raam y Hadash-Tal fueron, junto a Yesh Atid, los únicos partidos del bloque opositor que registraron una mejora en su desempeño electoral respecto a los comicios del año pasado. Israel Nuestro Hogar y Unidad Nacional, los miembros derechistas del bando anti-Netanyau, pierden dos escaños cada uno.

Pierden las mujeres

Además del meteórico ascenso de la ultraderecha —tercera fuerza política con 14 escaños— y el desmoronamiento del bloque opositor al ex primer ministro, uno de los aspectos que definen el gobierno que planea formar Netanyahu es la poca participación de mujeres.

Mientras que la coalición del «Gobierno del cambio» contaba con 24 parlamentarias, el nuevo Ejecutivo incluirá solo nueve mujeres.

Esto se debe en parte a la presencia de los partidos ultraortodoxos, que no permiten la inclusión de mujeres en sus listas, por lo que ellas no figuran en sus, de momento, 19 escaños.

También hay escasa representación femenina entre los parlamentarios del Partido Sionista Religioso, cuyas tres diputadas se sumarían a las seis que figuran entre los primeros 32 puestos de la lista electoral del Likud de Netanyahu.