La conciencia de todo un país

La Voz MOSCÚ / COLPISA, EFE

INTERNACIONAL

Alés Bialiatski, durante su juicio en Minsk en noviembre del 2011.
Alés Bialiatski, durante su juicio en Minsk en noviembre del 2011. TATYANA ZENKOVICH | EFE

03 mar 2023 . Actualizado a las 11:55 h.

Ales Bialiatski se le conoce como la conciencia de Bielorrusia por la crítica constante de las violaciones del régimen de Alexandre Lukashenko, que le han costado varias condenas de cárcel. «Lo importante es no caer en la depresión. Confío en que todo estará bien pronto. Lo que no nos mata, nos hace más fuertes», escribió el pasado año en una carta, enviada desde prisión.

Bialiatski, de 60 años, nominado al Nobel de la Paz cinco veces, inició su carrera de defensor de derechos en la época de la perestroika, y unos años después, en 1996, creó el centro de derechos humanos Vesná (Primavera).

Durante más de 25 años, esta oenegé se ha dedicado a la defensa de los derechos de los bielorrusos, ha supervisado las elecciones y ha brindado asistencia a las víctimas de la represión política, que se recrudeció en los últimos años. Los activistas de la organización fueron constantemente perseguidos por las autoridades y ahora, junto con el galardonado, otros seis miembros de Vesná están entre rejas.

La actividad Bialiatski, soliviantó al presidente Alexánder Lukashenko, quien dispuso darle un correctivo con una acusación amañada sobre una supuesta evasión de impuestos. El activista fue a parar a la cárcel en el 2011 y recuperó la libertad, tres años más tarde, en el 2014 — merced a la presión de la comunidad internacional—, pero, tras su participación en las protestas desencadenadas contra el pucherazo que Lukashenko perpetró en las elecciones presidenciales del 9 de agosto del 2020, Bialiatski fue arrestado de nuevo el 14 de julio del año pasado y, a día de hoy, permanece todavía encerrado en prisión preventiva a la espera de juicio. Es así la cuarta persona que ha sido galardonada con el Nobel mientras estaba en la cárcel, junto a la birmana Aung San Suu Kyi, el chino Liu Xiaobo y el alemán Carl von Ossietzky.

La detención de Bialiatski se produjo en medio de una brutal campaña orquestada por el dictador bielorruso contra activistas, organizaciones de derechos humanos, oenegés y medios de comunicación independientes. A todos ellos los calificó como «un peligro para la seguridad del país» y los acusó de tener vínculos con «organizaciones terroristas extranjeras».