Entre los múltiples rumores que han ido creciendo mientras se prolongaba el silencio de Castillo, muchos son los que apuntan a un nuevo primer ministro que pueda mantener una mejor relación con la oposición, ampliamente mayoritaria en el Congreso, y que trate de enviar mensajes más amables hacia la sociedad.
La última disputa con el Congreso
Una vez Castillo abandone su sigilo, y si finalmente acepta la renuncia de Torres, deberá nombrar un nuevo primer ministro. Comenzará entonces una nueva disputa con el Congreso.
Deberá hacerlo para conseguir que el nuevo gabinete ministerial reciba el voto de la confianza necesario del Parlamento. En el caso de Torres, obtuvo 64 votos a favor, 58 en contra y 2 abstenciones.
Sin embargo, desde entonces las relaciones se han tensado incluso con Perú Libre, el partido autoproclamado marxista con el que Castillo llegó a la Presidencia y del que ha sido expulsado.
Al poco de conocerse la renuncia de Torres, el líder del partido, Vladimir Cerrón, publicó un críptico mensaje en su cuenta de Twitter: «Gallinazo (ave rapaz) limeño sobrevolando en círculo Palacio por 'muerto' en PCM».
La frase consolida la distancia abierta desde hace meses entre Castillo y su ya antiguo partido, una brecha menor que la que le separa de otras bancadas del Parlamento, donde se antoja muy difícil que pueda obtener el voto de confianza.
En caso de que no pasara dicho voto, Perú quedaría inmerso en una crisis total por la renuncia del cuarto primer ministro en un año.