El documento del 2010 reconocía a Rusia como un socio estratégico para la OTAN.
«Ese no será el caso ahora. Espero que cuando los líderes acuerden el Concepto Estratégico expresen claramente que Rusia supone una amenaza directa a nuestra seguridad y eso se reflejará en el Concepto Estratégico», expuso el político noruego.
China, mientras tanto, ni se mencionaba en el texto del 2010, pero los líderes aliados tienen previsto indicar en el de 2022 que Pekín supone «un desafío a los valores, intereses y la seguridad» aliada.
Stoltenberg recalcó que China «no es un adversario», pero admitió que se necesitan tener en cuenta las «consecuencias» para la seguridad aliada cuando el país asiático invierte en nuevas capacidades militares o intenta controlar infraestructuras críticas.
Aseguró asimismo que el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, se dirigirá a los líderes aliados por videoconferencia al inicio de la cumbre, en la que se aprobará un paquete integral de ayuda para que ese país pueda defenderse de la agresión rusa.
En la cumbre de Madrid, los mandatarios también tienen previsto dar luz verde a un incremento de sus fuerzas de alta disponibilidad, que pasarán de los actuales 40.000 soldados a más de 300.000.
La Fuerza de Respuesta de la OTAN es una fuerza multinacional altamente preparada y tecnológicamente avanzada formada por componentes terrestres, aéreos, marítimos y de Fuerzas de Operaciones Especiales que la Alianza puede desplegar rápidamente donde sea necesario.
Stoltenberg confió en que el aumento de estas fuerzas esté «listo» para 2023.
Sobre la entrada de Finlandia y Suecia en la OTAN, tras el acuerdo que los dos países nórdicos lograron el martes con Turquía para levantar el bloqueo de Ankara a la adhesión, el secretario general puso el acento sobre la rapidez del proceso.
Así, subrayó que Helsinki y Estocolmo presentaron la solicitud para entrar en la Alianza en mayo y que en la cumbre de Madrid los mandatarios aliados tomarán la decisión de invitar a los dos países a unirse a la organización transatlántica.
Después de conceder el estatus de invitados a entrar en la OTAN a los dos países se deberá llevar a cabo la ratificación de los protocolos de adhesión de ambos países en los treinta miembros actuales de la Alianza.
Stoltenberg confió en que esas ratificaciones se realicen con rapidez.
Johnson comparó la guerra de las Malvinas con la situación de Ucrania
El primer ministro británico, Boris Johnson, comparó la guerra de las Malvinas (1982) con la determinación de Ucrania a decidir su futuro durante la conversación que mantuvo en Alemania con el presidente argentino, Alberto Fernández.
Ambos mandatarios se reunieron esta semana al margen de la cumbre del G7 (las economías más desarrolladas), en la que Fernández planteó el contencioso por la reclamación argentina de la soberanía de las islas del Atlántico Sur.
El primer ministro dio detalles de esa conversación a los periodistas británicos que han viajado con él a Madrid, donde empieza este miércoles la cumbre de la OTAN.
Johnson dijo que la cuestión de la soberanía se había resuelto «decisivamente» en 1982 debido al «sacrificio de muchas vidas».
«Normalmente, hablando con los líderes argentinos, tenemos una fórmula muy simple, que es que aceptamos que hay mucho en lo que podemos trabajar juntos y que el Reino Unido y Argentina en realidad tienen una gran agenda común de cosas que nos gusta hablar, si son los océanos, abordar el cambio climático, aumentar nuestro comercio, hay una gran cantidad de cosas que hacemos juntos», dijo.
Pero que «hay un tema en particular en el que simplemente no tenemos opiniones compatibles», admitió Johnson.
«Indiqué que estábamos dedicando gran parte de nuestro tiempo (en el G7) a hablar sobre Ucrania, donde el principio en juego era el derecho de las personas soberanas e independientes a determinar su futuro», explicó el jefe del Gobierno británico.
«Ese era el principio que estaba en juego en Malvinas. Se decidió de manera decisiva durante muchos, muchos, muchos años y todavía no veo ninguna razón para que participemos en una discusión sustantiva al respecto», dijo el primer ministro sobre Malvinas, en referencia a la autodeterminación de los habitantes de las islas.
No obstante, Johnson calificó su conversación con Fernández de «franca» y «amistosa».
El Reino Unido y Argentina se enfrentaron en una guerra por la soberanía de las islas después de que los militares argentinos las ocuparon el 2 de abril de 1982, pero el conflicto acabó con la victoria de las fuerzas británicas en junio de ese año.
M. E. Alonso
Felipe VI y el presidente de Estados Unidos coincidieron en que la unidad de los países aliados es fundamental en el contexto actual para defender la democracia y la libertad frente a la amenaza de Rusia. En un encuentro en el Palacio Real, previo a la cena que los Reyes ofrecieron a los mandatarios asistentes a la cumbre de la OTAN, el monarca subrayó la importancia de la cita y en particular la necesidad de que los aliados «muestren unidad y determinación» con el fin de defender «la libertad y los valores democráticos».
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