A un paso de una catástrofe diez veces mayor que Chernóbil

rafael m. mañueco MOSCÚ / COLPISA

INTERNACIONAL

Imagen del edificio administrativo que ardió en la central nuclear de Zaporiya
Imagen del edificio administrativo que ardió en la central nuclear de Zaporiya ENERGOATOM

La inspección nuclear ucraniana no halló fugas radiactivas en la planta nuclear de Zaporiyia

10 mar 2022 . Actualizado a las 11:18 h.

«Terrorismo nuclear». Así calificó este viernes el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, la toma por parte de tropas rusas de la central nuclear de Zaporiyia, la planta más grande de Europa, compuesta por seis reactores que generan la mitad de la energía atómica que produce el país.

Los inspectores de la agencia de energía nuclear se movilizaron para detectar cualquier posible escape radiactivo, que por la dirección del viento hubiera afectado en primer lugar a las ciudades rusas de Rostov del Don y Krasnodar. El presidente estadounidense, Joe Biden, llamó por teléfono a Zelenski, quien por la mañana declaró: «Hemos sobrevivido a una noche que pudo poner fin a la historia».

Los proyectiles rusos alcanzaron un edificio administrativo, lo que provocó un incendio y obligó a desconectar uno de los reactores. El ministro de Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba, advirtió que, en caso de una explosión de la central, hubiera ocasionado «una catástrofe diez veces más grande que la de Chernóbil». El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) certificó que «el incendio en el área de la central nuclear de Zaporiyia no afectó al equipo principal de la planta» pero, en cambio, las tres plantas superiores del edificio administrativo y un laboratorio quedaron destruidos por las llamas.

La Inspección Nacional de Regulación Nuclear de Ucrania emitió un comunicado donde confirmaba que «el personal sigue en sus puestos de trabajo, con personal operativo supervisando el estado de las unidades de generación y garantizando que operan en línea con los requisitos de procedimiento para unas operaciones seguras».

El mismo organismo subrayó que no se produjo fuga alguna de material radiactivo. Al cierre de esta edición, Zaporiyia funcionaba con uno solo de sus reactores. El primero quedó fuera de servicio y otros cuatro se encontraban en proceso de enfriamiento. La planta se encuentra en la localidad de Energodar.

«Estado terrorista»

En un vídeo difundido por la Presidencia ucraniana, Zelenski acusó a Moscú de querer repetir una catástrofe como la de Chernóbil. «Alertamos a todo el mundo de que ningún otro país, excepto Rusia, ha disparado jamás contra centrales nucleares. Es la primera vez en nuestra historia, la primera vez en la historia de la humanidad. Este Estado terrorista recurre ahora al terror nuclear», aseguró el dirigente.

El asalto ha causado una profunda preocupación en el ámbito internacional. La mayoría de los Gobiernos occidentales calificó de «locura» que «puso en peligro la seguridad de Europa» el asalto a la planta atómica. La OTAN consideró que hubo una clara «irresponsabilidad» por parte del Kremlin y tanto Francia como el Reino Unido dejaron entrever que el ataque fue deliberado, lo que «está claramente prohibido por el derecho internacional y los Convenios de Ginebra».

EE.UU., por su parte, calificó de «crimen de guerra» el ataque contra la central nuclear ucraniana y consideró que es un ejemplo de la manera «temeraria» en la que Moscú está llevando a cabo la invasión de Ucrania. Para la ONU, las operaciones militares rusas fueron «inaceptables», y «altamente irresponsables».

La central Zaporiyia tiene seis de los quince reactores operativos en toda Ucrania, con lo que es la principal suministradora de energía al país. Es además la más grande de Europa y la tercera del mundo. Entró en servicio en 1985 cuando existía todavía la antigua Unión Soviética. Fue un año antes del accidente de Chernóbil, central ahora bajo el control de las tropas rusas después de duros combates en sus inmediaciones al comenzar la ofensiva rusa.