De hecho, gran parte del discurso opositor de estos últimos años se ha cimentado en torno al hecho de que Maduro no sería presidente legítimo de Venezuela, un estatus que la oposición sí le concede a Juan Guaidó, jefe de la Asamblea Nacional elegida en el 2015. Revocar su mandato por los cauces constitucionales podría verse desde el chavismo como una forma de reconocimiento encubierta.