Juego político
Estos repentinos cambios de estrategia se deben al complicado juego político de Duterte y su hija Sara Duterte-Carpio, que han terminado en bandos separados. El actual presidente, que no puede presentarse por ley a la reelección, se postula como candidato al Senado, mientras que Duterte-Carpio es candidata a vicepresidenta en alianza con Ferdinand Bongbong Marcos, aspirante a la presidencia e hijo del dictador.
Según un sondeo de opinión recogido por Efe, Marcos y Duterte-Carpio son favoritos al recibir el apoyo del 56,7 % de los encuestados, frente al 41,3 % que respalda la candidatura de Leni Robredo, actual vicepresidenta y rival de Rodrigo Duterte. El presidente y el vicepresidente se votan por separado en Filipinas, por lo que puede darse el caso de que pertenezcan a distintos partidos y sean rivales políticos.