El expresidente Bush alerta contra los extremistas de dentro y fuera del país

Con los Obama y los Clinton en los actos de Nueva York, George W. Bush, al frente del país en el momento de los atentados, estuvo junto con la vicepresidenta Kamala Harris en Pensilvania para presidir en el acto en recuerdo de las víctimas del vuelo United 93, cuyos pasajeros obligaron a los terroristas a estrellar el avión. Tras recordara a aquel «excepcional grupo» que logró impedir un cuarto ataque, Bush se refirió a los extremistas de dentro y fuera del país que comparten no solo su «desdén por el pluralismo» y su «indiferencia por la vida humana», sino también, recalcó, su «determinación por profanar los símbolos del país».

Aludía así, de forma implícita al asalto al Capitolio del 6 de enero por parte de simpatizantes de Donald Trump, un incidente que exmandatario ha condenado en numerosas ocasiones. Aseguró que los extremistas violentos nacionales y los del exterior «son hijos del mismo espíritu infame». 

Trump, el único ausente

Trump fue el único de los expresidentes vivos que se ausentó de los actos de homenaje a las víctimas del 11S y se limitó a emitir un comunicado en el que dedicó más frases a criticar la estrategia de Biden en Afganistán que a recordar a las víctimas y saludar el papel de policías, bomberos y rescatistas. «El líder de nuestro país apareció como un estúpido, y eso nunca debe pasar. [Lo sucedido] fue consecuencia del mal planeamiento, increíble debilidad y líderes que nunca entendieron lo que estaba pasando. Este es el veinte aniversario de una guerra y debió ser un año de victoria, honor y fuerza, pero en lugar de eso Biden y su inepta administración se rindieron en la derrota», añadió. Trump evitó mencionar que fue su Gobierno el que firmó un acuerdo de paz con los talibanes en Catar en el 2020 que allanó su victoria en el país asiático. Trump prometió que visitaría más tarde la zona cero

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