«No aceptamos chantajes financieros», replicó Daramanin, mientras que desde Downing Street matizaron que esperaban resultados antes de continuar con las erogaciones de fondos.
La idea de devolver en caliente a los inmigrantes irregulares ha alarmado a la ONU también. El relator para migrantes, el chileno Felipe González, calificó de «preocupante» el anuncio, por cuanto representaba «una violación al derecho al asilo y otros derechos humanos». Londres aclaró después que solo cuando el clima y las condiciones de las embarcaciones lo permitiera sus agentes forzarían a las mismas a dar la vuelta. Asimismo, aseguró que sus agentes tienen dos años entrenándose para cumplir esta tarea de manera segura.