Una avalancha demócrata pide la dimisión del gobernador de Nueva York, acusado de acoso sexual

esperanza balaguer NUEVA YORK / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Andrew Cuomo, gobernador de Nueva York
Andrew Cuomo, gobernador de Nueva York Reuters

Cuomo se resiste a abandonar y ataca a sus compañeros de partido

13 mar 2021 . Actualizado a las 09:50 h.

El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, se asoma al precipicio político después de que una decena de congresistas demócratas del estado pidieran ayer su dimisión ante las acusaciones de acoso sexual de seis mujeres. Mediante una cascada de comunicados, lanzados a través de Twitter con apenas unos minutos de diferencia, 12 del total de 19 representantes de Nueva York en Washington aumentaron la presión sobre Cuomo, quien se resiste a abandonar. Entre ellos están el presidente del poderoso Comité Judicial, Jerry Nadler, y la congresista Alexandria Ocasio-Cortez. «Las repetidas acusaciones contra el gobernador y la forma en la que ha respondido a ellas hacen imposible su continuidad», declaró Nadler.

El considerado héroe de la pandemia, enfrascado ahora en una frenética campaña por la vacunación, trató poco después de defenderse en una sorpresiva rueda de prensa en la que arremetió contra sus compañeros de partido. «Son imprudentes y peligrosos», les espetó. Cuomo negó por segunda vez los hechos, renunció a marcharse y acusó a los demócratas de sumarse a la «cultura de la cancelación» por creer a las mujeres frente a lo que él consideró «la verdad». «No formo parte del club político», añadió quien comenzó su carrera como ayudante de su padre, Mario Cuomo, gobernador de Nueva York entre 1983 y 1994; se casó con la hija menor de Robert Kennedy y formó parte de la Administración Clinton.

Sus declaraciones pusieron en un compromiso al establishment demócrata desde el presidente, Joe Biden, al líder de la mayoría del Senado, Charles Schumer, o la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, que hasta ahora han pedido esperar los resultados de las investigaciones abiertas por la fiscal general de Nueva York, Letitia James.

La paciencia del resto saltó por los aires el miércoles cuando una sexta mujer, empleada de su oficina, aseguró que el político la manoseó en la mansión ejecutiva de Albany, capital del estado, donde acudió para solucionar un problema técnico a finales del 2020. Fue el colofón a tres semanas de un cuentagotas de acusaciones que provocó que la Asamblea estatal de Nueva York diera luz verde a un posible proceso de impeachment para a apartarle del cargo con el voto a favor de 65 demócratas y 31 republicanos.