Combatiendo el crimen sin pistolas

Juan Francisco Alonso LONDRES

INTERNACIONAL

MARTINA MISER

Irlanda opta por tener menos agentes armados, pero mejor entrenados

12 oct 2020 . Actualizado a las 14:14 h.

Menos cantidad y más calidad. Esta es la receta que Irlanda está siguiendo en materia policial. Así el Gobierno de Dublín ha decidido reducir drásticamente el número de agentes armados que hay en el país, al tiempo que mejorará el entrenamiento de aquellos que podrán seguir portando pistolas, revólveres o rifles.

La decisión del Ejecutivo de Micheál Martin se produjo tras una revisión a sus cuerpos de seguridad, la cual arrojó que casi un tercio de los uniformados (3.778) tenían armas de fuego o permiso para utilizarlas. La cifra es similar a la registrada durante Los problemas, como en Irlanda y el Reino Unido se bautizó al conflicto sectario entre católicos separatistas y unionistas protestantes que sacudió a la provincia británica de Irlanda del Norte.

La investigación a la Garda (policía), la cual fue difundida por el diario The Irish Times, halló que muchos de los oficiales que tenían permiso para portar armas no lo necesitaban, porque casi nunca o jamás pisaban las calles, pues trabajan en la lucha contra el ciberterrorismo o en el control a la inmigración. Sin embargo, el costo de los tres entrenamientos anuales en el manejo de las pistolas que los deben someterse ya le salía a las arcas públicas en un millón de euros.

En declaraciones a la prensa irlandesa, el superintendente jefe de la Garda, Brian Sutton, explicó que la revisión al cuerpo de seguridad lo que perseguía era hacer una radiografía de él y así hacerlo más eficiente. «El gran problema era, ¿sabemos cuántos agentes llevan armas? Y, ¿qué están haciendo?», explicó.

Como sus pares británicos, los policías irlandeses tradicionalmente no portan pistolas. Sin embargo, en los últimos años se ha producido un aumento debido al crecimiento de la Unidad de Respuesta ante Emergencias (ERU, por sus siglas en inglés) y la Unidad de Respuesta Armada (ASU), así como por el aumento en el número de detectives, el cual pasó de 1.628 desde 2016 a 2.181 a 2019. Pero ahora las autoridades de Dublín quieren revertir esta situación.

«Estamos reduciendo el número de policías armados y dándole a los que las portan más entrenamiento», apuntó Sutton. El diario The Irish Times, asegura que en los últimos meses unos mil uniformados ya debieron entregar sus armas de fuego.

Seguros de por sí

Las autoridades esperan que la medida no tenga un impacto negativo en los índices delictivos de la isla, la cual en la actualidad es considerada como uno de los lugares más seguros del mundo, pese a algunos casos recientes como el del adolescente Keane Mulready-Woods, quien fue asesinado, torturado y descuartizado por miembros de una banda rival. En el Índice de Paz Global, que anualmente elabora el Institute for Economics and Peace, Irlanda se encuentra en el puesto 12 de 163 evaluados; y entre 2008 y 2012 en el país se registraron en promedio unos 50 homicidios, según Eurostat.

Pero Irlanda no es el único país europeo donde el grueso de los policías están desarmados. Lo mismo ocurre en el Reino Unido, el cual pese a la ola de los apuñalamientos que sufre y que en 2019 se cobró más de 100 vidas solo en Londres no tiene los índices de homicidios de Estados Unidos, donde los agentes pueden portar en algunos casos hasta armas de guerra.

Noruega y Islandia son los otros países donde los uniformados no portan armas de fuego y que exhiben unas bajísimas tasas de criminalidad. El primero, por ejemplo, tiene una tasa de homicidios de 0,5 por cada 100 mil habitantes, mientras que el segundo es de 0,9 por cada 100 mil habitantes, de acuerdo con los datos de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).

Estos datos parecen revelar que las pistolas no en todos los casos sirven para combatir el crimen.