Se prevé que la tormenta llegue en la tarde del lunes a las inmediaciones de La Habana, donde las autoridades han comunicado que se preparan para «la peor de las variantes» si el temporal se fortalece y convierte en un ciclón.
En especial han advertido de que los planes de evacuación deben prever situaciones como penetraciones del mar -particularmente en los municipios costeros- lluvias intensas y derrumbes de viviendas en el caso de que el temporal afecte las zonas de mayor concentración urbana de la ciudad.
El Estado Mayor de la Defensa Civil también ha hecho un llamamiento a que en los planes de contingencia se respeten las precauciones sanitarias para prevenir la propagación del covid-19, especialmente en la capital, donde se concentra la mayor tasa de contagios y centenares de personas se encuentran en hospitales y centros de aislamiento.
Luisiana, amenazada por Marco y Laura
Ambos ciclones pueden impactar en un período de 48 horas a partir del 24 de agosto en Luisiana, que se encuentra en alerta por partida doble. El estado norteamericano espera la llegada inminente de un primer huracán, Marco, que según los pronósticos arribará al estado sureño este lunes. Las autoridades han advertido de que no habrá tiempo para responder a los daños del primer temporal antes de recibir a Laura, en una región que lleva en estado de emergencia desde el viernes.
En varias comunidades de la zona costera de Luisiana se han emitido órdenes de evacuación obligatoria. Su gobernador, John Bel Edwards, también advirtió de que probablemente no haya tiempo de restablecer la electricidad entre uno y otro ciclón, por lo que será difícil organizar las ayudas en las primeras 72 horas. Por este motivo, pidió a los ciudadanos que busquen refugio seguro desde la noche del domingo, utilizando los búnkers públicos como último recurso para evitar las aglomeraciones que pueden aumentar el riesgo de contagio de coronavirus.
«La segunda tormenta está tan cerca que no hay mucho espacio para enviar a los helicópteros con los equipos de búsqueda y rescate, ni sacar a los vehículos para altos niveles de agua, ese tipo de cosas», dijo en una rueda de prensa.
Además, en los vecinos estados de Texas y Misisipi también se han tomado medidas por Marco y Laura, y se ha solicitado a los habitantes de las zonas posiblemente afectadas que se preparen con antelación y busquen lugares seguros.
El trágico recuerdo de Katrina e Irma
Estados Unidos y Cuba reciben estos temporales con el trágico recuerdo de Katrina e Irma. El primero impactó con vientos de categoría 5 (la máxima) en Nueva Orleans hace casi quince años, el 29 de agosto del 2005, y ha sido uno de los más devastadores de los últimos 30 años, con casi 2.000 víctimas mortales y daños por 108.000 millones de dólares en todos los lugares de EE.UU. a los que afectó.
En el caso de Irma, recorrió la costa norte de Cuba de oriente a occidente dejando 10 muertos y pérdidas materiales cuantificadas en 13.185 millones de dólares en viviendas, infraestructuras y en los sectores agrícola y ganadero, según datos oficiales.
Mientras Marco aún no ha tocado tierra, Laura sí ha causado daños en los países orientales del Caribe. Primero dejó fuertes lluvias en Puerto Rico, donde se llegaron a producir cortes eléctricos y de agua en miles de hogares.
Según algunos estudios, el cambio climático está haciendo que las tormentas y huracanes sean más frecuentes y también que estos últimos sean más severos, dice la organización Climate Power 2020, ligada al Partido Demócrata.
El calentamiento ha aumentado la probabilidad de que los huracanes se conviertan en una categoría 3 o superior, con vientos sostenidos de más de 110 millas por hora (177 km/h), en aproximadamente un 8 % por década, según un análisis de tormentas desde el 1979. Climate Power 2020 señala que es probable que el calentamiento causado por los humanos aumente la intensidad de los huracanes hasta en un 11 %, de acuerdo con ese modelo.