Johnson y Corbyn se acusan de ser una amenaza para el país en su primer debate

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

El apretón de manos entre Johnson y Corbyn se produjo tras pedírselo la presentadora del debate
El apretón de manos entre Johnson y Corbyn se produjo tras pedírselo la presentadora del debate Jonathan Hordle | Reuters

Su principal enfrentamiento fue por la sanidad pública y por  la posibilidad de un segundo referendo en Escocia

20 nov 2019 . Actualizado a las 08:59 h.

El ambiente crispado de la campaña electoral británica se reflejó anoche en el primer debate entre Boris Johnson y Jeremy Corbyn, al acusarse mutuamente de ser una amenaza para el Reino Unido. Aunque todas las encuestas colocan al primer ministro al frente en la intención de voto con más de 10 puntos de ventaja, de este primer cara a cara salió victorioso por la mínima: 51 % frente al 49 % del líder laborista, según el sondeo de YouGov. Más allá el debate ofreció pocas sorpresas.

«Podemos hacerlo mejor que ellos [los conservadores] », comenzó Corbyn, antes de acusar a su rival de incumplir su principal promesa, la ejecución del brexit, y negociar con Bruselas un acuerdo malo para los intereses de los trabajadores, los consumidores y el medio ambiente. El premier replicó que el país está en esta campaña por culpa del líder laborista, quien junto con el resto de la oposición, le impidió en el Parlamento materializar la salida de la Unión Europea.

A partir de aquí, el debate, que duró una hora, no hizo sino más que agriarse. Primero Johnson advirtió que una eventual victoria de Corbyn supondrá sumergir al país en una nueva campaña para un segundo referendo sobre la permanencia en el club comunitario, algo que el laborista confirmó: «Vamos a dar a los votantes la oportunidad genuina de escoger». El inquilino de Downing Street le retó en tres ocasiones a aclarar que opción respaldaría. «¿Va a hacer campaña por la salida o la permanencia?», inquirió.

Corbyn contraatacó usando una de las banderas más esgrimidas por su rival: la sanidad pública (NHS, en sus siglas en inglés). «Va a vender nuestro NHS a EE.UU. y a las grandes farmacéuticas», le espetó a Johnson, quien airado bramó: «¡Absoluta mentira!». A partir de aquí ambos se acusaron de poner en riesgo la unidad del país. «El acuerdo [que negoció Johnson con Bruselas] coloca a Irlanda del Norte en una situación diferente al resto del país», dijo el laborista. Por su parte, el premier pronosticó que su oponente facilitará la independencia de Escocia, al formar una «caótica coalición» con los nacionalistas escoceses. «No habrá una coalición entre el Partido Laborista y el SNP [Partido Nacionalista Escocés]», respondió Corbyn, quien no se olvidó de prometer que elevará el salario mínimo a 10 libras (11 euros) la hora.

Las risas de la audiencia asomaron en varios momentos del debate. Como cuando la periodista preguntó a los políticos si la verdad importa en esta elección y Johnson dijo que «creía que sí». También hubo risas cuando Corbyn afirmó que su posición sobre el brexit es clara o cuando expuso una semana laboral de cuatro días. Al finaliza el debate, un miembro de la audiencia les preguntó qué regalo navideño haría cada uno a su rival. Corbyn dijo que le regalaría Canción de Navidad, el cuento de Charles Dickens; Johnson apostó por obsequiarle con «una copia de mi brillante acuerdo brexit». Tras unas risas, cambió de regalo para optar por una mermelada de ciruela.