Al hasta ahora potente ministro del Interior le llegó ayer el apoyo de uno de sus mejores amigos en Europa, el primer ministro húngaro Víktor Orbán, quien en una carta le reiteró que seguirá considerándolo su «aliado» en la defensa de «la herencia cristiana de Europa». «Nosotros los húngaros nunca olvidaremos que usted fue el primer líder de Europa Occidental que quiso impedir que los inmigrantes ilegales entren en el continente a través del Mediterráneo», afirma Orbán.
Precisamente ayer Salvini, que aún sigue como ministro en funciones, autorizó el desembarco solo de las 26 mujeres, ocho de ellas embarazadas, 22 niños y varios enfermos que están a bordo del buque humanitario italiano Mare Jonio. El día anterior había prohibido la entrada en aguas territoriales italianas de este buque tras haber rescatado casi un centenar de inmigrantes de una lancha a la deriva frente a las costas de Libia.