Una maniobra de supervivencia de Boris Johnson

LA VOZ REDACCIÓN

INTERNACIONAL

Stefan Rousseau

Análisis de la crisis política en el Reino Unido tras el anuncio de la clausura del Parlamento a partir de mediados de septiembre

29 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Los planes de Boris Johnson de cerrar el Parlamento desde la segunda semana de septiembre hasta el 14 de octubre plantean varias preguntas sobre el cómo y el porqué de esta controvertida medida.

¿Qué es la prórroga?

La prórroga (prorogation, en inglés) es como se conoce en el Reino Unido el procedimiento habitual por el que se da por concluido el período de sesiones del Parlamento. Generalmente esta suspensión parlamentaria se produce cada año durante unas dos semanas, tras las que se retoma la actividad con el discurso de la reina, en el que la soberana lee un documento del Gobierno que detalla sus planes para el siguiente ejercicio. La actual sesión parlamentaria es la más larga en la historia del Reino Unido al durar 810 días. Sin embargo, el cierre de Westminster en este caso es controvertido porque el actual primer ministro lo emplea de manera excepcional para sus propios fines. Que la suspensión dure un mes no tiene precedentes en las últimas décadas.

¿Qué pretende Johnson con esta medida?

El primer ministro quiere evitar que el Parlamento vete su plan de ejecutar el 31 de octubre el brexit sin acuerdo de la Unión Europea, ya que la mayoría de los diputados se oponen a una salida abrupta. Algo que el premier insiste en negar.

¿Podría haberse negado la reina Isabel II?

Técnicamente sí. No obstante, hubiera sido extremadamente difícil para ella hacerlo, ya que cualquier solicitud del jefe del Ejecutivo es asumida sin más. Una negativa hubiese supuesto que Isabel II abandonase el papel neutral que se ha esforzado por mantener desde su coronación en 1953, y que la ha llevado a basar sus pronunciamientos en el criterio propuesto por el primer ministro en cuestión. Es por ello que la oposición acusa a Boris Johnson de «utilizar» a la monarca y ponerla al borde de una «crisis constitucional».

¿Se puede detener?

No. Los diputados no votan la recesión del Parlamento por lo que no pueden detener la prórroga por esta vía. No obstante, el Tribunal de Sesiones de Edimburgo se pronunciará entre hoy y mañana acerca de si considera legal la suspensión. Una petición ciudadana ha recabado ya 350.000 firmas, lo que obliga a la Cámara de los Comunes a debatirla la suspensión durante un pleno.

¿Hay opciones de que prospere una moción de confianza al Gobierno?

El laborista Jeremy Corbyn ha planteado al resto de partidos la posibilidad de presentar una moción de confianza al Gobierno a partir del 3 de septiembre, cuando se reanudan las sesiones, y consensuar un gabinete de unidad, para solicitar a la UE una nueva extensión de la fecha de salida. Sin embargo, la clausura del Parlamento no da tiempo a la oposición a elaborar un plan legal para controlar la situación ya que necesitan de tiempo parlamentario.

¿Vía libre a un «brexit» abrupto?

Al cerrar la vía legislativa en el país, Johnson tiene libertad para negociar el brexit sin control parlamentario. La actividad legislativa se retomaría a mediados de octubre, con un escaso plazo de quince días, antes de la fecha fijada del 31 de octubre, para reaccionar al plan de Johnson.