¿Canadá o Turquía? Ellos no tuvieron duda

Patricia Alonso LA VOZ / ESTAMBUL

INTERNACIONAL

La provincia de Gaziantep es un oasis en la dura integración de los refugiados sirios

01 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

A Husham le acaba de conceder la residencia permanente en Canadá, un sueño que persiguen muchos refugiados sirios como él. Sin embargo, este joven experto en farmacología clínica por la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, prefirió quedarse en Turquía. «Es mi segundo hogar», se justifica. No es el único caso. En los últimos meses, la prensa local se ha hecho eco de otras historias de refugiados sirios que declinaron ofertas de asilo en Alemania u otros países de Europa para quedarse en Turquía.

Husham es uno de los más de cuatrocientos mil sirios registrados oficialmente en Gaziantep, una provincia de menos de dos millones de habitantes en el sur de Turquía. En total, hay más de 3,4 millones de sirios registrados oficialmente como refugiados en Turquía, la mayoría en Estambul.

Pero el caso de Gaziantep es excepcional. La integración de la población local y los nuevos vecinos no tiene comparación en el resto del país.

A través de un proyecto del programa de la ONU para el desarrollo en esta localidad, Husham recibió una formación complementaria, lo que le permitió encontrar trabajo en una compañía médica local mientras continúa sus estudios en la universidad.

Gracias a una iniciativa similar, Zine también pudo emplearse como traductora tras el fallecimiento de su padre y tiene la oportunidad de mantener a su familia. Desde la ONU aseguran que el objetivo de este tipo de programas es prevenir que la población refugiada caiga irremediablemente en una mayor pobreza, al tiempo que fomentan su integración en la sociedad. «No creo que pudiéramos encontrar mejor refugio que Turquía», explica Zine. «La sociedad y la cultura en esta región es muy similar a la nuestra», confiesa con una sonrisa.

Un impacto positivo

Precisamente, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Gaziantep es un ejemplo de cohesión local y mejora del bienestar de los migrantes. Fue la primera municipalidad del país en crear un Directorio de Asuntos Migratorios en el 2015 y la primera escuela para estudiantes sirios en Turquía, en el 2012.

Por otro lado, la Cámara de Comercio de Gaziantep asegura que hay más de mil negocios registrados bajo el nombre de ciudadanos sirios en la provincia. Este dato indica que la llegada de refugiados a una región puede suponer un impacto positivo a nivel económico, lejos de lo que muchos discursos populistas claman en estos tiempos.

A nivel nacional, el número de empresas sirias en Turquía se ha disparado en los últimos años, con una media en el 2018 de 150 nuevas empresas creadas cada mes por socios sirios.

Pero no todo es color de rosa. En enero de este año, la oenegé Crisis Group publicaba un informe sobre la integración de los refugiados sirios en Turquía y apuntaba a un empeoramiento de las relaciones, especialmente en ciudades grandes como Estambul.

Menos tensiones

Según apunta la organización, uno de los motivos detrás del contraste en las relaciones entre ambas poblaciones en unas y otras ciudades sería que en la frontera sur las similitudes culturales son mayores entre ambos pueblos, lo que agiliza la integración de los recién llegados y ayuda a eliminar tensiones.

A pesar de que Ankara pueda tener otros planes para ellos, en Gaziantep muchos sirios se sienten ya en casa.