«Disparan a matar a cualquiera»

Mikel Ayestarán GAZA / COLPISA

INTERNACIONAL

MOHAMMED SABER

Exfrancotiradores israelíes culpan al Gobierno de las muertes de hombres desarmados en Gaza

17 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Gaza se recupera de la peor matanza sufrida desde la guerra del 2014 después de que Israel matara el lunes a 60 manifestantes en la verja de separación. En total, 111 palestinos han fallecido y hay más de 10.000 heridos en las movilizaciones de las últimas seis semanas enmarcadas dentro de la Marcha del Retorno. Entre los muertos hay menores, ancianos y periodistas, que trabajaban con los distintivos de Press en sus chalecos, todos ellos alcanzados por francotiradores que «seguro que cargarán todas sus vidas con esas escenas de las que son testigos a través de la mirilla de sus rifles, no pueden dejar de dar vueltas a cada disparo», piensa Nadav Weiman, quien cumplió su servicio militar como observador, la figura encargada de ayudar al tirador en el cálculo y corrección para que su disparo de en el blanco.

Este veterano del Ejército israelí asegura que «el problema no es de quien aprieta el gatillo, el problema es de un Gobierno que defiende que manifestantes desarmados son un objetivo legítimo. El soldado puede decir no, pero se enfrenta a la cárcel». Weiman habla con enfado y disgusto de la situación en Gaza y es uno de los firmantes de una carta abierta en la que cinco exfrancotiradores denuncian las reglas de enfrentamiento del Ejército.

Denuncias de exsoldados

Pertenece desde el 2010 Breaking The Silence, grupo formado por exsoldados arrepentidos que documentan los abusos que comete el Ejército contra los palestinos, y piensa que en las protestas de Gaza «se han cruzado todas las líneas rojas, a nosotros nos entrenaron para matar a alguien que realmente tuviera la intención y la capacidad de hacer daño. En este tipo de protestas también se puede abrir fuego en la rodilla contra instigadores, pero en caso de que estuvieran desarmados debíamos pedir autorización por radio. Lo que vemos estas semanas es diferente, no sé cuál puede ser la nueva regla porque se dispara a matar contra gente desarmada, contra cualquiera y eso no es lo que nos enseñaron en el Ejército».

La ONU acusa a Israel de «matar de forma indiscriminada» y Médicos Sin Fronteras (MSF) califica de «inhumana» e «inaceptable» la respuesta israelí a las protestas palestinas en la verja. Pero el Estado hebreo argumenta que Hamás utiliza a los manifestantes para intentar sabotear la valla y cometer «actos terroristas» en su territorio e insiste en que no variará sus normas de enfrentamiento. El portavoz militar, Jonathan Conricus, después de defender el trabajo de sus hombres, admitió que ha habido «errores» y que algunas balas han alcanzado a gente que «no eran objetivo».

Weiman insiste en que «no importa que seas o no de Hamás, el hecho es que esta gente va desarmada y hasta ahora no hay un solo soldado herido. El Gobierno solo busca justificaciones para legitimar estas muertes. Cada dos o tres años parece que hay que hacer o cosas así para demostrar a los palestinos que Israel es el jefe».

La presión internacional sobre el Estado hebreo debido al «uso desproporcionado de la fuerza», según Amnistía Internacional, «no afecta a los francotiradores porque están entrenados para enfrentarse a esta situación y obedecen órdenes. No hacen nada de forma impulsiva, están conectados a una cadena de mando y hacen su trabajo», afirma Moshe Farchi, jefe de estudios sobre el estrés, trauma y resiliencia en el Colegio Tel-Hai y número dos del Mental Home Front Command de Israel. Pese a su intensa actividad y la tensión permanente en los territorios ocupados y en las fronteras con Egipto, Siria o Libia, el Ejército israelí es uno de los que registra menores niveles de estrés postraumático del mundo, según estudios publicados por las Fuerzas Armadas.