Una microcasa para cada refugiado

Patricia Baelo BERLÍN

INTERNACIONAL

Viviendas de 10 metros cuadrados podrán alquilarse en Berlín por 100 euros

21 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La locomotora europea ha recibido cerca de 1,3 millones de refugiados desde que estalló la crisis migratoria en el 2015. Un flujo de llegadas que ha polarizado a la sociedad, ya que supone un reto en todos los sentidos. También para el sector inmobiliario, que de por sí ha experimentado un auge sin precedentes en los últimos años, lo que ha repercutido en la falta de oferta suficiente para cubrir la demanda y en el consiguiente encarecimiento de los precios, sobre todo en las grandes ciudades.

Un problema para el que Van Bo Le-Mentzel parece haber encontrado una solución: Tiny100 (pequeña cien), minicasas de unos 10 metros cuadrados hechas con materiales reciclados y disponibles para alquilar por tan solo 100 euros mensuales.

Improvisando

Al arquitecto berlinés, de 40 años de edad, le vino la inspiración cuando paseaba un día por la capital alemana. De pronto, su mirada se detuvo en una larga fila de personas que esperaban para ser atendidas a las puertas de un albergue para refugiados. «Fui a buscar mi taladradora, recogí madera de la calle que encontré por casualidad, la llevé al lugar donde estaba la gente» y junto a algunos demandantes de asilo «empezamos a construir» sin más, explica Le-Mentzel. Así nació la primera microvivienda, que sirvió para que los que hacían cola se resguardaran del frío invernal durante la tediosa espera frente al centro.

Dos años y medio después, el proyecto piloto se ha consolidado, dando lugar a la llamada Tiny House University (universidad de la minicasa). Se trata de un grupo de arquitectos, diseñadores e inmigrantes que han unido fuerzas con el objetivo de encontrar nuevas formas de alojamiento destinadas a gente que tiene pocos recursos. «Para los que carecen de dinero y de terreno para construir», resume Le-Mentzel, que comenzó su carrera fabricando muebles baratos a partir de materiales desechables y hoy dirige este equipo que, con el apoyo del museo Bauhaus de Berlín, trabaja ya en la construcción de veinte microviviendas.

La idea es montarlas sobre ruedas y colocarlas en un aparcamiento de la capital alemana hasta marzo del 2018, a modo de aldea temporal. Y es que no todo serán alojamientos, también habrá una cafetería, una librería y hasta un taller. Un concepto que a Le-Mentzel le gustaría poder trasladar algún día a los edificios tradicionales, para que todos, «ricos y pobres, estudiantes y empresarios», puedan vivir juntos. «En Berlín hay 1,5 millones de coches aparcados por la noche sin ser usados» y cada uno de esos aparcamientos mide unos 10 m2, o sea, la superficie de una minicasa... Así que, «¿qué pasaría si los sustituyéramos por microviviendas para refugiados?», reflexiona el arquitecto.

Asimismo, las minicasas contribuyen al cuidado del medio ambiente. Noam Goldstein, de Tiny House University, trabaja paralelamente en la suya, que además de ser reciclable contará con paneles solares, un inodoro seco y un jardín. Calcula que costará entre 12.000 y 15.000 euros cuando salga a la venta.

El Gobierno alemán aún no ha llegado tan lejos. Sin embargo, en el 2015, el Ministerio de Obras Públicas lanzó un programa para subvencionar la construcción de hogares pequeños con el 30 % de los costes. Los únicos requisitos para las empresas o inversores que deseen participar son que estén terminados para finales del 2018, y que no superen los 22 metros cuadrados ni los 260 euros al mes de alquiler.