Macri neutraliza por ahora a Cristina

MARCELA VALENTE BUENOS AIRES / COLPISA

INTERNACIONAL

El presidente resiste el desgaste de la gestión y frena la resurrección de su antecesora

15 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

A pesar de los magros resultados económicos desde su llegada en diciembre del 2015, el Gobierno de Mauricio Macri logró ayer un considerable respaldo en las primarias para las legislativas del 22 de octubre, con algunos triunfos contundentes y otros simbólicos que totalizaron un apoyo del 34 % de votantes en todo el país a los candidatos oficialistas.

El mismo caudal que había obtenido en la primera vuelta de las presidenciales, pero más disperso: ganó en 10 provincias y perdió en 13. No obstante, la jornada quedó del domingo empañada por denuncias de manipulación del escrutinio en dos distritos más populosos del país donde es fuerte la oposición liderada por la expresidenta Cristina Fernández: las provincias de Buenos Aires y de Santa Fe.

En Buenos Aires, donde competía la exmandataria como precandidata a senadora, se declaró un polémico empate técnico cuando se había procesado el 95,6% de los votos. El resultado final no se conocerá hasta dentro de diez días. Lo que parecía un triunfo seguro de la expresidenta quedó en el limbo. Cristina tenía el 34,11 % y su contrincante el 34,19 %. Los mercados reaccionaron con alivio por una prueba electoral que dejó bien parado al Gobierno y que no le dio a Fernández una victoria aplastante. La moneda, que se depreciaba antes de las elecciones por temor a un triunfo de Cristina, dejó de caer frente al dólar. Las acciones cotizaron en alza y el riesgo país se redujo.

El resultado consolida la alianza gubernamental Cambiemos. «El cambio está más vivo que nunca», dijo Macri para celebrar las victorias rutilantes en la ciudad de Buenos Aires y en la provincia de Córdoba. En la capital, la diputada Elisa Carrió se impuso con el 49,5 % de los votos. El presidente también festejó el triunfo de su coalición en sitios impensados como las provincias de San Luis y Santa Cruz, gobernadas desde hace décadas por el Partido Justicialista, y en Entre Ríos, Corrientes, Jujuy, Mendoza, La Pampa y Neuquén. Consciente de que todavía no pudo plasmar la recuperación económica, Macri se justificó diciendo que «lo que vale en serio no se hace de un día para el otro» .

El presidente abrió una puerta a pactos con los peronistas. Pero con los seguidores de Cristina el diálogo va a ser difícil. La tradicional puja se recrudeció el mismo domingo a la noche cuando se conocieron los primeros resultados oficiales en la provincia de Buenos Aires, el distrito mayor, donde vota casi el 40 % del electorado de todo el país y donde todas las encuestas daban ganadora a la exmandataria.

Como todos los encuestadores, Cristina esperaba un triunfo holgado en la provincia, sobre todo en los alrededores de Buenos Aires, donde viven los más golpeados por la inflación, la pérdida de empleo y el aumento de tarifas dispuesto por Macri. La expresidenta dijo que el escrutinio fue «un bochorno» y pidió disculpas por eso a sus simpatizantes. «Hemos ganado las elecciones en la provincia de Buenos Aires», aseguró confiada y añadió que «de cada tres ciudadanos, dos le dijeron no al ajuste».

«Vamos a pedirle al Gobierno que escuche lo que las urnas han expresado y que cambie el rumbo económico», exigió. Su resurrección política tendrá que esperar a las legislativas de octubre. Hasta entonces, seguirá dando guerra. La batalla continuará.