La descoordinación entre el Ejecutivo, Protección Civil y los cuerpos y fuerzas de seguridad es cada vez más evidente
20 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.A medida que pasan las horas se hace más evidente la descoordinación existente entre el Gobierno del socialista António Costa, Protección Civil y los cuerpos y fuerzas de seguridad del país vecino en las labores de combate del fuego, de atención a los medios de comunicación y de rescate de las víctimas, 64 fallecidos y 135 heridos, en el dramático incendio de Pedrógão Grande. Casi tres días después, continúan activos cuatro frentes que han quemado, según el Sistema Europeo de Información Forestal, más de 30.000 hectáreas en los distritos de Leiria, Coímbra y Castelo Branco y han afectado duramente a Pedrógão Grande, Figueiró dos Vinhos, Sertá y Castanheira de Pêra. El Ejecutivo de Lisboa no ha querido confirmar, en ningún momento, el número de hectáreas quemadas, afirmando desde el minuto uno que «es el momento de combatir el fuego y atender a las víctimas y a sus familias».
La titular de Administración Interna, Constança Urbano de Sousa, no pasa por sus mejores días dentro del Ejecutivo. Desaparecida de los focos durante las 24 primeras horas, no hizo las primeras declaraciones ni asumió su papel de ministra hasta que visitó por segunda vez desencajada e insegura con su jefe, António Costa, el comando de operaciones en Pedrógão Grande, el domingo por la tarde. Constança respondió ayer a las críticas afirmando que «no es el momento de plantearse dimisiones y sí de ayudar a combatir el incendio».
A pesar de los mensajes de calma y tranquilidad que intentó transmitir ayer el presidente luso, saltaron todas las alertas cuando afirmó que permanecerá en la zona «hasta que el fuego esté controlado», ya que para muchos es la prueba inequívoca de que la gestión de la extinción del incendio está fallando, lo que ha abierto una importante brecha entre Costa y Urbano de Sousa.