Corbyn aprovecha los errores, recorta a cinco puntos la ventaja de su rival y siembra el pánico en los conservadores
04 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Lo que parecían unas elecciones generales fáciles de ganar para Theresa May hace unas semanas se han convertido en su mayor pesadilla y en filas conservadores se hace ya palpable el nerviosismo con mensajes contradictorios sobre los planes fiscales en un empeño de garantizar a sus votantes una promesa que no aparece por escrito en su polémico manifiesto.
La líder conservadora intentó calmar los ánimos dentro de su partido en una comparecencia en la que insistió que la firme intención de los suyos es reducir los impuestos sobre las familias trabajadoras, pese a que su ministro de Defensa había dicho horas antes que «no habría un aumento» en el impuesto sobre la renta para los ingresos más altos.
May había evitado meterse en el peligroso terreno de prometer no subir el impuesto sobre la renta, la contribución a la seguridad social y el IVA -como hizo David Cameron en el 2015- por miedo a tener que hacerlo en los próximos meses mientras negocia el brexit con Bruselas. Ahora, los conservadores esperan que al descartar la subida del IRPF conseguirán que sus votantes vayan finalmente a las urnas el próximo jueves.
Sabedor de esta guerra interna y con una subida de 11 puntos en la valoración de su liderazgo, el laborista Jeremy Corbyn, aprovechó para tildar las políticas fiscales tories de «caóticas». Mientras, las encuestas continúan estrechando la diferencia entre ambos partidos hasta los cinco puntos, frente a los 26 con los que arrancó la campaña hace cuatro semanas.
Movilización juvenil
Otra buena noticia para el laborismo es el registro para votar de más de un millón menores de 25 años desde que May hizo el anuncio del adelanto electoral. Si los jóvenes se movilizan, los datos de las encuestas se harían realidad, ya que solo el 43 % de los británicos de 18 a 24 años fueron a las urnas en las últimas elecciones, lejos del 78% de las personas de 65 años o más.
Las malas noticias para May no quedan ahí. Por primera vez desde que llegó a Downing Street, hay más ciudadanos británicos insatisfechos con su gestión (50 %) que «satisfechos» con la misma (43 %). Además, las mujeres ya no estarían tan dispuestas a votarla y verían con buenos ojos hacerlo por Corbyn.
Tasa de la demencia
El punto de inflexión en la campaña ocurrió el 17 de mayo, días antes del atentando de Mánchester. Fue ahí cuando los laboristas empezaron a despuntar tras la presentación del manifiesto conservador en el que se introducía el apodado como «impuesto de la demencia» con el que May tiraba por la borda su acomodada ventaja. Los pensionistas descubrieron que tendrían que hacer frente a un copago de sus cuidados sanitarios, en el que se usarían hasta de sus casas para hacerle frente y el Estado solo garantizaría que habría un tope de 100.000 libras que no se tocarían.
Además, la primera ministra esquivó los debates alegando que estaba preparando la negociación para conseguir el mejor acuerdo del brexit. Por paradójico que parezca, el votante sabe que esa negociación no está en marcha y que no comenzará hasta tres días después de las elecciones.
Polémica en Defensa
Firme opositor del uso de armas nucleares, Jeremy Corbyn se comprometió ayer a mantener al Reino Unido a salvo y a «invertir adecuadamente» en las fuerzas armadas, prometiendo más barcos para la Marina y más aviones para las fuerzas aéreas. «Vamos a proteger a la gente de este país de cualquier amenaza a la que se enfrentan en cualquier parte del mundo», dijo Corbyn. Si bien en su manifiesto, los laboristas se comprometen a reemplazar el sistema de misiles nucleares Trident, su líder ha sido reacio a decir si estaría dispuesto a autorizar el disparo de misiles si el país estuviese bajo alguna amenaza inminente.
El líder laborista vivió su momento más incómodo de la campaña electoral al afirmar que lidiaría con la amenaza mediante la negociación y las conversaciones antes de tomar represalias, alegando que si se usase el ataque «millones morirían».