El asalto se saldó con la muerte de 14 miembros de la organización en Yemen y la captura de «información que proporcionará datos sobre la planificación de futuros atentados»
30 ene 2017 . Actualizado a las 07:44 h.Al menos 30 personas sospechosas de pertenecer a Al Qaida, entre ellos tres destacados miembros de la red terrorista, diez civiles y un soldado estadounidense es el balance de las víctimas del primer ataque autorizado por el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra posiciones del grupo terrorista en Yemen. El asalto al presunto cuartel de Al Qaida se saldó, según fuentes norteamericanas, con la muerte de 14 miembros de la organización en Yemen y la captura de «información que proporcionará datos sobre la planificación de futuros atentados», por lo que se trata de «una de las actuaciones más agresivas contra los cerebros de actividades terroristas en Yemen».
Sin embargo, fuentes tribales y médicas aseguraron que entre las víctimas hay diez civiles, entre ellos siete mujeres y tres niños, que murieron durante la operación de los comandos.
Según describe un residente, «la operación comenzó al amanecer con el ataque de un dron a la casa de Al Dhahab, que prosiguió con el aterrizaje de unidades de paracaidistas que mataron a todos los que se encontraban en la casa». Después, «hombres armados abrieron fuego a los soldados estadounidenses, que abandonaron la zona, mientras los helicópteros de apoyo lo hicieron contra los milicianos y varias viviendas, lo que causó un gran número de víctimas», según la misma fuente. Los tres destacados miembros de Al Qaida que fueron identificados entre los muertos son Abdelruuf al Dahab; su hermano, Sultán al Dahab, y Seif al Yufi. La operación, que se llevó a cabo en una zona rural del centro del país, es la primera de este tipo desde que el presidente Donald Trump asumió el poder el 20 de enero.