La lengua viperina de Sarkozy

Alexandra fernández PARÍS / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

«Un aire de ministro chino». Sarkozy aseguró que Hollande se tiñe el pelo mal, igual que los dirigentes orientales.
«Un aire de ministro chino». Sarkozy aseguró que Hollande se tiñe el pelo mal, igual que los dirigentes orientales. JACKY NAEGELEN | Reuters

Según un libro que revela secretos del expresidente francés, ataca el físico de François Hollande, Marine Le Pen y un gran número de amigos y enemigos políticos

05 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los best-sellers no dan tregua a Nicolas Sarkozy. Varios días después de la publicación del controvertido libro La causa del pueblo, en el que su exconsejero Patrick Buisson revela sus conversaciones privadas con el entonces inquilino del Elíseo, llega otra bomba: ¿Como hemos llegado a esto? Historia de un caos político. Su autora, la periodista Michèle Cotta, saca aún más trapos sucios sobre la actitud y la lengua viperina del candidato de Los Republicanos. ¿Su pasatiempo favorito? Atacar el físico de François Hollande, Marine Le Pen y un gran número de amigos y enemigos políticos. 

Los extractos publicados en el periódico L’Obs demuestran la dureza de las críticas de Sarkozy. Cotta, antigua presidenta de Radio France y la cadena de televisión France 2,  destaca un encuentro con el expresidente en el que calificó a François Hollande de «inmundo» tras una cena en el Elíseo en enero de 2015. «Su pelo esta mal teñido, le da un aire de ministro chino. Su grasa chorrea por debajo de su camisa y, por debajo, tiene piernitas de niño?» respondió cuando la periodista le interrogó sobre como había encontrado al presidente.

Pocos meses mas tarde, otro incidente: esta vez el líder de la oposición se refiere a Marine Le Pen como «gruesa». No es la primera vez que Sarkozy se ensaña con el físico de la jefa del Frente Nacional. En otro libro, Queda entre nosotros, ¿eh?, publicado en 2014,  dos periodistas de Le Parisien revelaron que en una ocasión la comparó con «un transportista». Entonces Le Pen no tardó en replicar: «A los análisis físicos, modestamente no respondo, porque viniendo de tal Apolo?».

Según Cotta, nadie escapa de las vejaciones de Sarkozy. Entre sus víctimas se encuentran dos de sus principales rivales en las primarias de Los Republicanos. Alain Juppé, «un viejo al que no tiene miedo» y François Fillon, que ya soportó insultos del expresidente según el libro de Patrick Buisson: «un notario de provincia, de mirada huraña». Jean-Louis Borloo, líder de la Union Democrática Independiente hasta 2014, «tan nervioso, que se come los mocos de la nariz». Gérard Larcher, actual presidente del Senado, «demasiado feo» para entrar en su gobierno de 2007.

Pero Sarkozy no solo dejó caer sus comentarios en petit comité. En septiembre de 2015, ante un público de jóvenes directores de empresa, se expresó con «una  agresividad y descuido que dejó a sus interlocutores sin palabras», relata Cotta. «A una joven que criticó la inercia del mundo político le respondió: ‘mueve el culo, entra en política en lugar de criticar al resto’».