Renzi resiste para hacer frente al asalto de Grillo al poder nacional

María Signo ROMA / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

La candidata del Movimiento Cinco Estrellas Virgina Raggi
La candidata del Movimiento Cinco Estrellas Virgina Raggi GIUSEPPE LAMI | EFE

La ola «anticasta» debilita al primer ministro italiano y complica su agenda politica

21 jun 2016 . Actualizado a las 07:14 h.

El semblante de circunstancias de Matteo Renzi contrastaba ayer con la sonrisa abierta del cómico Beppe Grillo, ideólogo del Movimiento 5 Estrellas (M5S), tras el contundente triunfo en la segunda vuelta de las municipales de sus candidatas a las alcaldías de Roma y Turín. «Es nuestro turno. Y este es solo el comienzo. Ahora volamos alto hacia el Gobierno nacional», escribió el líder del M5S en su blog. Una idea que volvió a repetir ante los medios que le esperaban a las puertas de su hotel en Roma. «El avión de la misión imposible ha despegado y pronto alcanzaremos altura», advirtió, mientras insistía en señalar que el voto en las dos ciudades «no es de protesta sino de cambio». M5S consiguió hacerse con 19 ayuntamientos.

Matteo Renzi reconoció la derrota «sin atenuantes» de los candidatos de su formación, pero subrayó que este revés no le obliga a dimitir de su cargo al frente del Gobierno. «No es una votación nacional sino local. No voy a cambiar de idea porque hayamos perdido», aseguró mientras pedía no «dramatizar» los resultados que no considera un voto de protesta contra su Gabinete. «No es un voto de protesta sino de cambio», dijo. Dentro del Partido Democrático (PD) las aguas son turbulentas y ya hay voces que piden su dimisión cómo secretario. «¿La minoría pide un congreso? Que se acomode porque no se puede hacer antes del 2 de octubre», aseguró Renzi. Es la fecha que baraja para celebrar el referendo sobre la reforma constitucional en la que ha puesto todas sus esperanzas para salvar la legislatura.

Las elecciones municipales arrojan unos resultados que aunque esperados en Roma, nadie podía presagiar que fueran tan contundentes ya que Victoria Raggi se llevó el 67,15 % de los votos mientras su contrincante Roberto Giachetti del PD, se quedaba en un 32,85 %. La sorpresa de la jornada fue Turín, gracias a la espectacular remontada de Chiara Appendino. Si en la primera vuelta quedó once puntos por debajo de Piero Fassino, el alcalde del PD que optaba a la reelección, la joven dio la vuelta al resultado y el domingo consiguió sacarle nueve puntos de diferencia.

El Partido Democrático ha perdido dos bastiones, Roma y Turín, y solo ha podido conservar Milán donde Giuseppe Sala (51,70 %) consiguió imponerse no sin dificultad al candidato del centroderecha Stefano Parisi (43,30 %). En Nápoles, donde el enfrentamiento era entre el alcalde de izquierda Luigi De Magistris y el aspirante del centroderecha Giovani Lettieri, el primero ganó holgadamente con 66,85 % .

Una estrella en ascenso

Virginia Raggi hace historia como la primera mujer que acceda al sillón de Campidoglio, sede del Ayuntamiento de Roma. Obstinada y elocuente, a sus 37 años es la estrella en ascenso del Movimiento de Beppe Grillo. En pocos meses ha pasado del anonimato a ocupar las portadas de los principales periódicos del mundo. Licenciada en Derecho, hasta hace poco trabajaba en un prestigioso despacho de abogados relacionado profesionalmente con Silvio Berlusconi. Para llegar a ser candidata tuvo que pasar las primarias del M5S que ganó por solo 1.764 votos.

Cuenta que fue el nacimiento de su hijo Matteo lo que hizo que hace cinco años se decidiera a entra en política al ver la degradación de Roma y de la que ahora promete sacarla. Sus adversarios la acusan de falta de experiencia, ya que como concejal se ha ocupado de las escuelas. A las elecciones se ha presentado hablando de honestidad y transparencia. Justo lo que los romanos querían oír. El trabajo que le espera será duro ya que tendrá que afrontar cuestiones difíciles como el transporte público o la recogida de basuras. Su gestión pondrá en juego la credibilidad como partido de gobierno.

La «chica bien» de la burguesía

Chiara Appendino, una chica bien que habla cuatro idiomas y estudió en la prestigiosa Universidad Bocconi de Milán toma el bastón de mando de la ciudad del automóvil. Nacida en Turín hace 31 años en el seno de una prominente familia de la burguesía industrial, en la actualidad disfruta de una baja por maternidad -en enero fue madre de una niña, Sara-, como responsable de gestión en la empresa de familiar de maquinaria láser.

Inicio sus pinitos en política desde los bancos de la oposición al ya exalcalde Piero Fassina que le llamaba «la mujer del no». Antes de interesarse por el Movimiento 5 Estrellas, se había acercado a Izquierda, Ecología y Libertad de Niki Vendola que en su campaña del 2011 la apoyó sin discusión.

Esta «grillina anómala», cómo muchos la llaman por su origen burgués, destaca por su gran timidez. En la universidad se ganó el apelativo de «chapona», algó que niega: «No los soy, siempre he pasado mis apuntes a quien estaba en dificultad». Le apasionan los juegos, desde los de mesa hasta el fútbol, deporte que ha practicado hasta los 25 años y que ahora sigue como hincha del Juventus.