Blair reanuda la caza de Corbyn

Rita álvarez tudela LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

ANDY RAIN | EFE

Advierte que votar por él sería un «experimento peligroso»

30 may 2016 . Actualizado a las 07:19 h.

Un Gobierno laborista liderado por Jeremy Corbyn sería un experimento peligroso. Podría parecer una nueva advertencia desde las filas conservadoras para hacer mella en el electorado británico, pero no. Proviene, en realidad, del ex primer ministro Tony Blair. Su heredero al frente del laborismo, dijo ayer, es «una amenaza para el centro».

Tanto si se trata de un vapuleo ocasional, como si es el intento de tomar entre sus manos las riendas de una cruzada más intensa contra su sucesor, Blair se parece en esto a mandatarios como el español José María Aznar o el alemán Helmut Kohl, que no se cansan de aleccionar a sus herederos. La novedad es que, hasta la fecha, dejaba las reprimendas a Corbyn en manos de sus escuderos. Ahora ha decidido prescindir de intermediarios y descargar él los golpes.

Blair asegura que la irrupción de Corbyn al frente del partido no es una rectificación del llamado nuevo laborismo que él encabezó, ni supone una crítica tampoco a su apoyo a la intervención de Estados Unidos en Irak, sino la «consecuencia de la forma en que funciona el mundo en estos días». Populismo, la definió. A su juicio, supone un experimento «muy peligroso» que un gran país occidental caiga preso de políticas populistas, tanto si son de izquierdas como si son de derechas.

«Creo que los que están en el centro tienen que averiguar cómo se coge el talismán de vuelta y se consigue el regreso del debate político, porque de lo contrario estas personas [en alusión a Corbyn] no están proporcionando respuestas, ni en economía ni en política exterior», se explayó en la BBC.

Las discrepancias entre Blair y Corbyn no son nuevas. Como se recordará, ya advirtió cuando se produjo su victoria que el laborismo corría el riesgo de «aniquilación». Y declaró que los que le votasen con el corazón, necesitaban «un trasplante».

Lo curioso es que Blair hizo estas declaraciones el mismo día en el que se dio a conocer el tráiler de un documental sobre Corbyn producido por la cadena Vice News. En él se oye al laborista preguntando: «¿alguien quiere ser primer ministro?». La pregunta desató una vez más las especulaciones entre sus críticos sobre si está más interesado en proporcionar un giro radical hacia la izquierda o en llegar al número 10 de Downing Street.

Blair también hizo referencia a la publicación del esperado informe John Chilcot el próximo 6 de julio, sobre la participación de las fuerzas británicas en Irak en 2003 y sus consecuencias. «Tengo una verdadera humildad acerca de las decisiones que tomé», dijo. Alegó en su defensa que fue «muy difícil» tomar la decisión, porque estaba bajo el efecto de las secuelas del 11-S.