«Vigilar un aeropuerto en hora punta es imposible. Si colocas controles de maletas a la entrada, creas filas de espera en el exterior y es peor, pues son objetivos ideales», reconoce. «Vamos a sufrir una ola de terrorismo que solo se podrá frenar parcialmente. No podremos cogerlos a todo, es imposible», admite.
Además, relativiza las críticas a la policía belga. «Están desbordados, como todos sus colegas europeos. Todos tendremos nuestro lote de ataques por parte de yihadistas determinados que, gracias a cinco años de guerra en Siria e Irak, dominan el manejo de armas de guerra y la fabricación de explosivos artesanales pero muy potentes», pronostica.