Los venezolanos retornan a la pesadilla cotidiana de la escasez y las filas para adquirir productos de primera necesidad
09 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Superado el lunes. que fue festivo para los estudiantes, y mientras se recogían los materiales electorales de los colegios que sirven de centros de votación, la vida volvió a la ajetreada normalidad de las calles venezolanas, pese a algunos incidentes relacionados con supuestas irregularidades ocurridas en las elecciones.
El más grave se produjo en Tovar, un pueblo de aproximadamente 30.000 residentes en las afueras de Mérida, la capital del estado andino de este mismo nombre, donde la oposición descubrió al alcalde y a un concejal pertenecientes al PSUV con una máquina de emitir documentos de identidad en la sede de ese partido, entregando supuestamente DNIs con datos de fallecidos a militantes del partido para que fueran a votar.
El episodio, ocurrido el domingo en la tarde, derivó en graves incidentes de orden público por los que fueron detenidas 13 personas que se encuentran en el Comando de la Guardia Nacional de Tovar. Ahora los efectivos se mantienen cercados por unos 800 manifestantes que exigen la liberación de los detenidos y el apresamiento del alcalde, quien huyó del lugar y del que se desconoce el paradero. El concejal, al verse descubierto, fue víctima de un infarto que lo mantiene hospitalizado.
Más allá de estos incidentes menores en Venezuela, el país ha retornado a la normalidad si se entiende por tal la pesadilla diaria de un país con un 300% de inflación y en el que la gente tiene que hacer filas para comprar de todo, desde leche hasta papel de baño. Uno de los eslóganes de la oposición era «que la última cola que hagas sea la de este 6D», pero, como señala jocosamente Mariela Lodones a las puertas de un supermercado, «aquí estoy yo de nuevo, haciendo la cola sabrosa». La broma se refiere a una candidata del chavismo que no ganó, la exministra de Ambiente Jacqueline Faría, que se refirió durante su campaña a las colas para comprar alimentos como «sabrosas»; una de las mayores gaffes de los representantes chavistas y que fue utilizada abundantemente por la oposición a través de las redes sociales.
Sin embargo, Julio Colmenares, un taxista, señalaba que el ambiente ha cambiado. «Antes de las elecciones ni se sentía ambiente de Navidad. Ahora la gente anda contenta por la calle, como pensando que viene un cambio muy pronto», afirma quien se reconoce como militante de la oposición. «Lástima que por ejemplo uno siga teniéndole tanto miedo a la inseguridad».