Y Wembley cantó «La marsellesa»

Rita Álvarez Tudela LONDRES

INTERNACIONAL

El Inglaterra-Francia se convirtió en un homenaje a las víctimas de París

18 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Parecía imposible, pero ayer se hizo real. Wembley fue por una noche el Stade de France. Los casi 90.000 espectadores británicos que acudieron el encuentro de fútbol amistoso entre Inglaterra y Francia se unieron al unísono para cantar La marsellesa, el himno francés. Tras el Dios salve a la reina, los seguidores tenían instrucciones de gritar los versos «¡Amor sagrado de la Patria, conduce y sostén nuestros brazos vengadores!» en apoyo a las víctimas de los atentados terroristas de París. Ganó Inglaterra con goles de Dele Alli y Wayne Rooney (2-0). En Wembley perdió el terror.

La prensa británica había publicado las letras del himno en francés, con su traducción al inglés, para que nadie se sintiese perdido en los minutos iniciales de un encuentro, al que acudieron el primer ministro británico, David Cameron, y el Príncipe Guillermo de Inglaterra, y que se celebró entre fuertes medidas de seguridad.

Russell, un aficionado inglés, reconocía antes del partido que nunca pensó que llegaría a cantar el himno nacional de un rival histórico, pero aseguró que lo haría por respeto y para ofrecer apoyo frente a la lacra del terrorismo: «Nosotros también sufrimos atentados aquí y sabemos que son momentos duros para los franceses». Lo cierto es que la patria de Lord Nelson y de Wellington, cuya gloria militar y gran parte de su cultura se basan en la beligerancia antifrancesa, cantó sin tapujos el himno y su «¡Libertad, libertad amada!».

También se acercaban caminando al estadio desde la parada del metro un par de franceses, Jean Marc Tailliez y su hermana Martine. Iban abrigados con bufandas y con banderas para animar a la selección francesa y protegerse del fuerte viento. Llegaban con más de dos horas de antelación, siguiendo las instrucciones para pasar las medidas de seguridad. «Estábamos en el estadio en París el pasado viernes viendo el partido de Francia frente a Alemania que tuvo que ser suspendido. Oímos dos de las explosiones pero en aquel momento pensamos que eran petardos, sonaban igual», contaban. Explicaban que, minutos después, consultaron Internet en el móvil y ya supieron que se trataba de un atentado. Cuando pudieron salir del estadio tras esperar un tiempo en el césped, fueron hacia su coche y condujeron los doscientos kilómetros de vuelta hacia su casa mientras seguían lo ocurrido por la radio.

Los Tailliez vinieron a Londres en el Eurostar desde su Hénin-Beaumont, natal, una población en el departamento francés de Paso de Calais. Estos hermanos han ido ya a cinco Copas del Mundo y a cuatro Eurocopas siguiendo a su selección, desde Sudáfrica, a Brasil y Corea del Sur. «No tenemos miedo, aquí hay más seguridad que nunca», explica Jean Marc.

En la fachada principal del estadio estaban escritas en letras gigantes «Liberté, égalité, fraternité», pero también había dos grandes banderas francesas y el mítico arco de Wembley estaba iluminado con los colores rojo, azul y blanco. «Queremos dar las gracias a los británicos por este apoyo, nos llega al corazón», añade Martine.

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