La clase empresarial lusa presiona a Cavaco para que no autorice el Gobierno de izquierda encabezado por Costa
14 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El jefe del Gobierno portugués en funciones, Pedro Passos Coelho, se sacó ayer un as de la manga que ha tensionado aún más la ya polarizada política portuguesa. Passos propuso «una urgente revisión constitucional para poder convocar ya las legislativas y no tener esperar hasta después de las presidenciales». Como era previsible, el líder socialista Antonio Costa se revolvió y rechazó la iniciativa acusando a Passos de intentar crear inestabilidad. «En Portugal no hay inestabilidad política y social si no se crea», dijo tajante.
El cruce de acusaciones entre ambos dirigentes se produce en un momento en el que la sociedad civil portuguesa está prácticamente escindida sobre la oportunidad de llevar a cabo el Gobierno de la izquierda por el que han apostado socialistas, comunistas, Bloco y Verdes tras el triunfo de la moción de rechazo. La decisión la tiene el presidente luso, el conservador Aníbal Cavaco Silva, que en las últimas horas no ha parado de recibir presiones de los partidos interesados para que autorice rápidamente a Costa a formar «un Gobierno legitimado en el Parlamento».
Opiniones diferentes le transmiten los representantes de la clase empresarial que visitan su despacho. Son varias las voces que le han pedido que mantenga a Passos en «gestión» hasta que se puedan convocar elecciones, en junio de 2016, antes de que gobierne Costa. El más audaz en este sentido de ha sido el presidente de la Asociación de Empresas Familiares, Peter Villax, quien afirmó ayer que «preferimos un Gobierno de gestión». En su opinión, Portugal corre el peligro de «pasar de una política de hormiga a una de cigarra. ¿De dónde va a sacar el dinero Costa para hacer lo que promete?» La misma preocupación manifestó el portavoz del Foro para la Competitividad, Pedro da Costa, quien dijo suscribir la convocatoria de elecciones anticipadas. «No es positivo para nuestra economía un ejecutivo de Costa». El líder de la central sindical mayoritaria CGTP, Armenio Carlos, fue el único que le transmitió ayer a Cavaco su confianza «en un Gobierno de izquierda porque Passos no ha aceptado las reglas democráticas».
Cavaco se enfrenta al momento más difícil de su carrera, a punto de dejar la presidencia. Las presiones le llegan desde dentro y desde fuera. Las agencias de calificación han amenazado con bajar la calificación de Portugal si prosigue la incertidumbre.