«Echaremos al Estado Islámico de aquí»

Laura Fernández Palomo ERBIL / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Ari Jalal | Reuters

La Voz asiste al entusiasmo de los kurdos por la ofensiva de los peshmergas para recuperar Sinyar, la ciudad de la que fueron expulsados los yazidíes hace un año

13 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Llegan los primeros datos a Erbil, la capital del Kurdistán iraquí. A media tarde, las combatientes peshmergas anunciaban que habían retomado el 60 % del control de Sinyar, una zona estratégica con la que el Estado Islámico consiguió unir Irak con Siria. A la activista kurda Bahar Alí le cuesta contener el entusiasmo. Ha pasado la jornada de trabajo con las actualizaciones del informativo de fondo desde que a las siete de la mañana se anunció el inicio de una ofensiva a gran escala para arrebatar Sinyar a los combatientes del califato. «Echaremos al Estado Islámico», sentenciaba anoche, cuando los medios kurdos informaban de la recuperación del 90 % de la zona y de la autovía 47, principal ruta de suministro de armas, combatientes y petróleo de los yihadistas entre Mosul y Raqa.

El primer pensamiento de Bahar es para las mujeres yazidíes a las que apoya con tratamiento psicológico en los campos de refugiados de Dohuk desde su organización, Emma. «Están traumatizadas por los abusos que han sufrido y hemos necesitado tiempo para retomar su confianza. Pero lo que hacemos no es la solución, además no pueden vivir en tiendas, necesitan volver a sus hogares», afirma. La ocupación de Sinyar, el 3 de agosto del 2014, provocó el éxodo del 80 % de la población yazidí.

El miércoles, los rumores en el Kurdistán desaconsejaban acercarse a las montañas de Sinyar. «Hay una operación en marcha», disuadía el joven yazidí Husam con más normalidad que esperanza. Durante la noche la coalición internacional liderada por Estados Unidos había comenzado a bombardear para debilitar las posiciones de los terroristas y allanar el camino a la entrada de 7.500 soldados kurdos y milicianos yazidíes, mientras otros 12.500 permanecen en la retaguardia en las montañas que rodean la ciudad.

Mosul, el objetivo final

«Han abierto tres frentes, uno desde las montañas contra los yihadistas, otro para proteger a los civiles y un tercero para cortar la principal ruta de abastecimiento del EI», explica Khidher Domle, investigador de resolución de conflictos en la Universidad de Dohuk, en permanente contacto con los peshmergas que están sobre el terreno. La batalla de Sinyar es el primer paso para aislar el bastión yihadista de Mosul, según explicó el gobernador de la provincia de Nínive, Nofel Hamadi Akup, y liberar a los cientos de miles de civiles cautivos de los terroristas.

Frente a los peshmergas, los 300 a 400 yihadistas que se cree están en Sinyar no solo responden con fuego sino con coches bomba, caminos minados, red de explosivos y trincheras. Es su táctica desesperada para contrarrestar una ofensiva que tras 24 horas de recorrido se acerca a su objetivo e incrementa la presión sobre el grupo, señaló desde Bagdad, el capitán Chance McCraw, un oficial del servicio de inteligencia estadounidense.

Apoyo ciudadano

Bahar está convencida de que se conseguirá. «No hay futuro para el Estado Islámico en esta región», sentencia. Cree que no peca de optimismo, se apoya en el rechazo mayoritario de la población y, en el caso de Kurdistán, en el apoyo comprometido de los kurdos hacia los peshmergas, además de la colaboración ciudadana para delatar a simpatizantes radicales a los servicios secretos.

El primer ministro iraquí, Haider al Abadi, felicitó al presidente de la región autónoma del Kurdistán, Masud Barzani, por el papel de los peshmergas en la recuperación de Sinyar. El gobernador de Nínive, por su parte, puso el énfasis en el sufrimiento de la mayoría de su comunidad: «El enemigo intentó eliminar a los yazidíes del mapa, pero ha fracasado».

Por encima de la victoria militar, destaca Bahar, la vuelta de esta comunidad a su ciudad es todavía imprecisa. «Durante un año se han destruido muchos vecindarios, hospitales, colegios, lugares históricos. Hasta 90 bombas de la coalición han caído estos días, eso significa 90 calles, edificios y casas destruidas. El reto ahora no es solo volver a controlar el territorio, sino cómo reconstruir, porque la comunidad yazidí no puede vivir así».

Cae una red yihadista en Europa

Una operación contra el terrorismo islamista, coordinada por Eurojust, desmanteló ayer una red yihadista, que operaba en toda Europa, acusada de planear el secuestro de diplomáticos a cambio de la liberación del mulá Krekar, un líder religioso fundamentalista, detenido en Noruega. En total 17 personas recibieron órdenes de captura y 13 fueron detenidas en Italia, Reino Unido, Noruega, Finlandia y Suiza, tras una investigación iniciada hace cinco años. Los detenidos se definían un «equipo secreto» dispuesto a desatar una guerra en Europa. Son discípulos del mulá Krekar, un kurdo iraquí de 59 años instalado en Noruega desde 1991 y detenido en el 2015 por elogiar los ataques a «Charlie Hebdo». Es el fundador de Ansar al Islam, vinculado con Al Qaida, cuyo objetivo es derrocar el gobierno del Kurdistán iraquí y reemplazarlo por un califato.