La división arrastra al caos a la cúpula del Partido Republicano

Victoria Toro NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

GARY CAMERON | Reuters

El aspirante para sustituir a Boehner como líder conservador, Kevin McCarthy, se retira tras sufrir el veto del Tea Party

09 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La inesperada y sorprendente retirada de Kevin McCarthy como candidato para sustituir a John Boehner en la presidencia de la Cámara de Representantes de EE. UU. ha llevado el caos a la cúpula del partido conservador.

Todo empezó cuando, la mañana de ayer, los republicanos se reunían para cubrir la vacante en ese puesto. Tienen mayoría absoluta en la cámara así que la persona que eligieran hubiera debido tener todas las garantías para convertirse en el líder de la Cámara baja. Antes de entrar en la reunión, el candidato que contaba con más apoyos, sobre todo de los pesos pesados del partido, Kevin McCarthy, sonrió y declaró que todo estaba bien. Pero durante la reunión McCarthy anunció a sus compañeros que retiraba su candidatura. No explicó por qué, solamente que considera que él no es «la persona adecuada para el puesto». En la rueda de prensa posterior, McCarthy no dio muchas más explicaciones pero dijo: «Para que nos unamos, probablemente necesitemos una cara nueva».

Para hacerse con el cargo se necesitan 218 votos. Los republicanos tienen 247 escaños así que no debería ser un problema obtenerlos. Pero lo es. El motivo radica en la profunda división que vive el partido conservador. Los miembros del Tea Party que militan en la extrema derecha se opusieron ferozmente a Boehner y consiguieron que dimitiera. Y también se han opuesto a la elección de McCarthy, que es un moderado, para sustituirle. El miércoles por la noche, solo unas horas antes de que comenzara la reunión de ayer, ese grupo anunció que apoyaba en bloque a otro de los candidatos, Daniel Webster. Como ese grupo está formado por entre 30 y 40 diputados, estaba claro que McCarthy no hubiera podido obtener la mayoría a no ser que hubiera pactado con la oposición.

Se ha producido, además, otra maniobra que está provocando muchos comentarios. Otro republicano, Walter Jones, envió justo antes de la retirada de McCarthy una carta a sus compañeros de formación en la que pedía que los candidatos que hubieran cometido alguna «fechoría» se retiraran. Jones niega que tenga ninguna información «específica» sobre McCarthy o alguno de los otros dos candidatos pero las especulaciones sobre que McCarthy pudiera tener algún esqueleto en el armario han sido múltiples.

La situación es de completo desconcierto entre los conservadores porque, al menos de momento, no tienen candidato para liderar la cámara. La renuncia de Boehner se hará efectiva el próximo día 30 y la votación para elegir a su sustituto está convocada para el 29. Boehner ya la tuvo que atrasar la semana pasada a causa de los enfrentamientos dentro de su formación.